Por: Hna. Sara Cecilia Hernández Martínez (Tampico, Tams.)
Hoy en nuestros días, le dedicamos más tiempo a nuestras cosas personales y materiales como son el trabajo, la diversión, la familia… entre otras cosas, y dejamos a un lado a todo lo que se relaciona con Dios, como lo es nuestra vida espiritual.
En ocasiones decimos, que no tenemos tiempo para quien nos dio la vida, quien desde antes que naciéramos ya nos había elegido como sus hijos para formar parte de su iglesia; por ejemplo, a veces porque nos sentimos mal en un día de culto, pensamos que lo mejor es quedarnos en nuestra casa, al cabo Dios sabe que nos sentimos mal.
Por lo contrario, si nos sentimos mal entre semana, no dejamos de ir a nuestro trabajo, o si nos pide nuestro jefe quedarnos tiempo extra no dudamos en hacerlo, no ponemos ninguna excusa, pero a Dios no le dedicamos tan siquiera un poco de nuestro tiempo.
Dios siempre tiene tiempo para nosotros no importa la hora ni el día.
En el libro de Isaías (55:6) nos dice: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado…” este pasaje, nos debe de hacer reflexionar que ahora es el tiempo adecuado, para buscar y acercarnos a Dios para servirle, porque en este momento Él nos da la oportunidad de hacerlo, y tal vez en un futuro ya no se podrá.
Debemos evitar ser como dice Tito 3:3, “necios, rebeldes, extraviados, sirviendo a concupiscencias;” sino al contrario dedicarnos más a las cosas espirituales, no andando en cosas paganas.
En Efesios 5:16 dice: “Redimiendo el tiempo, porque los días son malos.” En otras palabras, nos exhorta a aprovechar al máximo el tiempo, y que mejor si se aprovecha en lo espiritual, como por ejemplo: asistiendo a los cultos, cantando, escudriñando las Escrituras, visitando a los enfermos, etc; estas son algunas cosas que podemos realizar para que crezcamos espiritualmente, y así poder obtener una recompensa, además de agradecerle a Dios por darnos la vida y bendiciones y así dedicarle un poco de tiempo.
Por último el libro de Eclesiastés (3:1-8) nos dice que para todo hay tiempo: tiempo de nacer, tiempo de morir, tiempo de amar y tiempo de llorar, etc.
Dios para todo hizo tiempo, para que le dedicáramos una parte de nuestra vida a estas cosas, todo lo podemos hacer, y más que nada el dedicarle el tiempo que Él se merece.
Hoy en nuestros días, le dedicamos más tiempo a nuestras cosas personales y materiales como son el trabajo, la diversión, la familia… entre otras cosas, y dejamos a un lado a todo lo que se relaciona con Dios, como lo es nuestra vida espiritual.
En ocasiones decimos, que no tenemos tiempo para quien nos dio la vida, quien desde antes que naciéramos ya nos había elegido como sus hijos para formar parte de su iglesia; por ejemplo, a veces porque nos sentimos mal en un día de culto, pensamos que lo mejor es quedarnos en nuestra casa, al cabo Dios sabe que nos sentimos mal.
Por lo contrario, si nos sentimos mal entre semana, no dejamos de ir a nuestro trabajo, o si nos pide nuestro jefe quedarnos tiempo extra no dudamos en hacerlo, no ponemos ninguna excusa, pero a Dios no le dedicamos tan siquiera un poco de nuestro tiempo.
Dios siempre tiene tiempo para nosotros no importa la hora ni el día.
En el libro de Isaías (55:6) nos dice: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado…” este pasaje, nos debe de hacer reflexionar que ahora es el tiempo adecuado, para buscar y acercarnos a Dios para servirle, porque en este momento Él nos da la oportunidad de hacerlo, y tal vez en un futuro ya no se podrá.
Debemos evitar ser como dice Tito 3:3, “necios, rebeldes, extraviados, sirviendo a concupiscencias;” sino al contrario dedicarnos más a las cosas espirituales, no andando en cosas paganas.
En Efesios 5:16 dice: “Redimiendo el tiempo, porque los días son malos.” En otras palabras, nos exhorta a aprovechar al máximo el tiempo, y que mejor si se aprovecha en lo espiritual, como por ejemplo: asistiendo a los cultos, cantando, escudriñando las Escrituras, visitando a los enfermos, etc; estas son algunas cosas que podemos realizar para que crezcamos espiritualmente, y así poder obtener una recompensa, además de agradecerle a Dios por darnos la vida y bendiciones y así dedicarle un poco de tiempo.
Por último el libro de Eclesiastés (3:1-8) nos dice que para todo hay tiempo: tiempo de nacer, tiempo de morir, tiempo de amar y tiempo de llorar, etc.
Dios para todo hizo tiempo, para que le dedicáramos una parte de nuestra vida a estas cosas, todo lo podemos hacer, y más que nada el dedicarle el tiempo que Él se merece.
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