La capacidad de elección

Una de las grandes capacidades que nuestro Dios dio al hombre es “el poder de elección.”

Durante el transcurso de la vida como seres humanos y como pensantes que nos distinguen de las demás criaturas sobre el haz de la tierra, debemos tomar decisiones. De hecho, nuestra vida es una toma de decisiones constante desde que nos levantamos hasta que nos acostamos; ¿Desayuno en casa ó en el trabajo? ¿Una fiesta con mis amigos o una reunión juvenil en la iglesia? ¿La escuela ó un sábado en el Templo? ¿Ser consejero en la universidad o formar parte del Ministerio? ¿Ir a nadar o jugar ajedrez? ¿Ir al teatro o ir a un día de campo? ¿Estudiar artes o ciencias?

Ante muchas circunstancias dichas decisiones resultan a veces muy difíciles de tomar y por lo tanto no cumplen nuestros objetivos y nos damos cuenta que tomar decisiones no es tan simple y sencillo como parece. Las decisiones conllevan un conjunto de complejidades y en cierta forma las buenas decisiones forman parte fundamental en nuestra vida y con ellas podremos construir el edificio de nuestro éxito. Es decir; la clave del éxito radica principalmente en la “capacidad de elección,” y a través del tiempo nos enseña a pensar para saber actuar ante situaciones que nos aquejan dentro de los diferentes contextos de la vida.

Todas las decisiones debemos ponerlas en las manos de Dios, con fe y espiritualidad, veamos el ejemplo del rey Salomón en 1ª de reyes 3:3-27, el tomar esa deliberación en verdad es de sabios, vemos que el no se dejó solamente llevar por las intuiciones sino que hizo uso de la capacidad que Dios le dio para hacer uso de ella, es por eso que fue elegido rey.

Es necesario hacer énfasis en esto: “Una decisión es una acción, acción que conlleva compromiso y responsabilidad.”

Esto significa que tenemos que descubrir y aceptar la voluntad de Dios para nuestra vida y decidir amoldarnos a ella responsablemente. Por ello es importante señalar algunos ejemplos bíblicos que desprenden principios y valores que no debemos olvidar en la toma de decisiones.

El ejemplo de Moisés

En hebreos 11:24,25 y 26 encontramos que Moisés “hecho ya grande," sabía tomar decisiones responsables, no egoístas, puso siempre la mirada en la vida eterna. Moisés no solo vio que podría pasar en uno, cinco o cien años, pudo contemplar mas allá de cien y mil años, renunciando así a todos aquellos placeres que le pertenecían como hijo de la hija del Faraón, escogiendo aquellas riquezas que son eternas.

El ejemplo de José

En Génesis capitulo 39 hay un ejemplo de otro joven que tuvo que tomar una decisión seria e importante en su vida. Podemos notar que pese a ser mayordomo y obedecer a su ama y a su proposición, analizó, determinó su situación y salió de si mismo como ser material y dejo fluir su capacidad espiritual tomando una decisión pesé a todas las malas consecuencias, pero él se puso en las manos de Dios y vemos que Jehová fue lo bendijo.

El ejemplo de Pablo

En Filipenses capitulo 4 observamos que Pablo toma en cuenta dos elementos importantes; valorar para decidir y decidir por lo realmente valioso, haciendo así una balanza de las cosas de la vida terrenal de la espiritual, ajustándolas a su vida personal valorando aquellas que realmente le daban dignidad como ser humano, reconociendo la voluntad de Dios y no meramente al de la carne.

Estimado joven:

Tu capacidad de decisión puede ser tan buena o tan mala como tú quieras y que se verá diferenciada finalmente entre la vida y la muerte, entre ser o no ser un buen cristiano. No esperemos algo fácil, rápido o gratis para hacerlo o tomarlo.

Es tiempo de demostrar que tu camino no es el mismo de los demás, que tus propósitos no son copia de los propósitos de otro, porque nadie mejor que tu sabe que es lo que en estos momentos estas necesitando, las oportunidades hay que crearlas, no esperemos a aprender hasta que otro decida enseñarnos, crece y en la medida que lo hagas quienes te rodean crecerán contigo sin que te lo propongas obteniendo dignos resultados.

Recuerda la clave del éxito radica principalmente en la “capacidad de elección,” pero con fe y santidad, aun por más simple que parezca debemos encomendarnos a nuestro Dios y pedirle por medio de su Espíritu Santo nos ayude a saber elegir el bien. Así sabrás que has conquistado una buena decisión.

Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; escoge pues la vida, porque vivas tú y tu simiente. Deuteronomio 30:15,19

“El ser humano tiene la capacidad de elección y otorga poder a esa elección a través de su fe”

QUE DIOS TE BENDIGA (Eclesiastés 7:18)

Pedro Bravo Ravelo
Puebla, Pue.

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