No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo, si alguno ama al mundo, el amor del Padre no esta en él, por que todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo. 1ª Juan 2:15-16
Muchas veces nos tachan de extremistas o de locos, por que rechazamos las cosas del mundo por amor a Cristo.
Como parte del pueblo Santo de Dios, debemos tener presente que ya no debemos practicar lo mundano, no debemos asistir a ciertos lugares que no son aptos para los hijos de Dios.
Todos los que hemos aceptado la doctrina de Cristo, debemos tener mucho cuidado en todo lo que hacemos.
No debemos asistir a ferias que con frecuencia se efectúan en los pueblos los pueblos, en los cines, ya que estas diversiones son perdida de tiempo, y no encontramos en ella ninguna finalidad espiritual no nos conviene pero si tiene muchos inconvenientes para nuestra vida cristiana. Éxodo 23:2. Debemos evitar caer en este tipo de acciones, evitar llevar a os niños ya que al llevarlos les estamos enseñando lo mundano, y esto en un tiempo futuro podrá causarle al niño ya adulto, fatalidades en su vida espiritual. Instruir al niño en su carrera. Proverbios 22:6
No debemos asistir a los bailes, por que es antesala de pasiones, concupiscencias, fuente de fornicaciones. Proverbios 6:28
En muchas ocasiones nos justificamos y decimos que no vamos al baile, solo nos gusta escuchar la música, déjeme recordarle lo que la palabra de Dios nos dice y nos enseña al respecto. No debemos escuchar la música mundana, y mucho menos en nuestro hogar por que degenera el pensamiento de los hijos de Dios, porque son canciones de necios y de rameras. Eclec. 7:5 y Isaias 23:15
Entendemos como hijos de Dios que debemos renunciar en forma definitiva a los vicios: Alcohol, tabaco, drogas, prostitución, juegos, apuestas, etc.
Estas formas de diversión son presididas por el príncipe de las potestades del aire. Efes. 2:2
No debemos seguir las prácticas mundanas, porque Dios aborrece al tal. Adúlteros, y a adulteras, ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? ….. Santiago 4:4
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