"Oíd cielos, y escucha tú tierra, porque habla Jehová: Crié hijos, y engrandecílos, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor: Israel no conoce, mi pueblo no tiene entendimiento. ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, tórnaronse atrás. ¿Para qué habéis de ser castigados aún? Todavía os rebelareis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente... Si Jehová de los Ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra." Isaías 1:2-5,9
Paz a vosotros amada Iglesia de Dios:
Que tristeza, y que pena me causa el saber como hermanos de la Iglesia de Dios, que se dicen ser hijos de Dios comenten fornicación, ¿Cómo es posible? Y los ves, hablas con ellos y crees que realmente le sirven a Dios de corazón, pero ¿Será a caso que Dios les ha puesto una venda en los ojos para que no vean?, es muy cierto que la Biblia dice que "si la conciencia no te rearguye es porque estás bien delante de Dios," 1 Juan 3:20-21; sin embargo, en Efesios 4:18-19 dice: "Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos a la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón: los cuales después que perdieron el sentido de la conciencia, se entregaron a la desvergüenza para cometer con avidez toda suerte de impureza.”
El apóstol Pablo en 1 Corintios 6:18 asevera lo siguiente: “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo es; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca,” y sigue diciendo en el verso 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros?
Si pues, nuestro cuerpo es la habitación del Espíritu Santo, ¿Puede un personaje que se dice ser hijo de Dios tener el Don del Espíritu Santo, cuando está pecando contra su propio cuerpo? ¿Puede estar dando entrada al Espíritu Santo? Claro que no.
Reflexionemos jóvenes, estamos en el tiempo final. Dios no nos pide nada más que le adoremos, que le sirvamos de todo corazón, que sigamos sus mandamientos, “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo.” Efesios 4:13.
¿Qué acaso es mucho pedir de parte de Dios?, ¿Será posible que no podamos seguir a Cristo?, ¿Por qué nos cuesta tanto depositar nuestra confianza en Jesús?, ¿Qué más prueba de amor queremos ver de Dios, sino que dio a su unigénito hijo para propiciación de nuestros pecados? El ya murió una vez por nuestros pecados y si ya lo aceptamos no debemos seguir pecando, porque no podemos estar crucificando a Cristo cada vez que pecamos; esto claramente está plasmado en el libro santo de la epístola a los Hebreos en su capitulo 10 y versos 26 y 27 que a la letra dice: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.”
Mas a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su mujer y cada una tenga su marido… Y si no tienen don de continencia, cásense; que mejor es casarse que quemarse. 1 Corintios 7:2,9.
Como Iglesia de Dios, pueblo Santo, seamos pues Santos; porque escrito está: Sed santos porque yo soy Santo. 1 Pedro 1:15,16. Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación: que os apartéis de fornicación, que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificación y honor. 1 Tesalonicenses 4:3-4.
Mas ahora, librados del pecado, y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y por fin la vida eterna. Romanos 6:22.
Amada Iglesia de Dios, procuremos con diligencia presentarnos a Dios aprobados, como obreros que no tienen de que avergonzarse, que trazan bien la palabra de verdad.
Que la paz de Dios habite en vuestros corazones.
Silvina Villegas Avalo – Campeche, Cam.
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