¿Quién hará limpio a lo Inmundo? Job 14:4 - Mata y Come

“Porque he aquí que Jehová vendrá con fuego y sus carros como torbellino, para tornar su ira en furor y su reprensión en llama de fuego porque Jehová juzgará con fuego y con espada a toda carne; y los muertos de Jehová serán multiplicados. Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros los que comen carne de puerco y abominación, y ratón; juntamente serán talados, dice Jehová” Isaías 66:15-17 

La conducta cristiana es la forma de vida de un seguidor de Dios. Surge como nuestra respuesta de agradecimiento a la magnífica salvación de Dios por medio de su hijo Jesucristo. Pablo apela a todos los cristianos, diciendo: "…Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro racional culto" Romanos 12:1,2. 

Por lo que los hijos de Dios, protegen y desarrollan voluntariamente sus facultades mentales, físicas y espirituales, con el fin de honrar al eterno Dios y a Jesucristo. El mismo Señor Jesús dijo: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo" Juan 17:15, 16. ¿Cómo puede un Hijo de Dios estar en el mundo y a la vez separarse de él? Los hijos de Dios, deben adoptar una forma de vida diferente, no con el fin de sólo ser diferentes, sino porque Dios los ha llamado a vivir con base en sus principios. Obviamente, estos principios constituyen la disciplina que los hijos de Dios han adoptado en su conducta para hablar, para vestir y para comer, por lo cual Pablo escribió un breve resumen de los principios básicos de donde se deriva la conducta del Hijo de Dios (Filipenses 4:8). 

¿Qué valor tendría la sal si no tuviera gusto, a la luz, si no fuera diferente de la oscuridad? Queda claro entonces, que el verdadero creyente debe ser diferente en cuanto a las costumbres del mundo, más importante aún, en la manera de alimentarse. 

La Visión de Pedro 

La Visión del apóstol Pedro, narrada en el capítulo 10 de los Hechos, se ha querido interpretar como si las disposiciones de Dios con respecto a la forma de alimentarse desde la antigüedad, hubiera cambiado. La visión de Pedro dada cerca del año 41 d. C., no significa en ningún momento que Dios había cambiado de parecer con respecto a la prohibición de comer carnes inmundas, lo cual condenó, según el relato de Levítico capítulo 11:1-27 y Deuteronomio 14:1-20. Esto No ha cambiado, Dios no puede mentir (Números 23:19; Malaquías 3:6). 

“Nada abominable comerás” Deuteronomio 14:3

“Sus sacerdotes violentaron mi ley y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio...” Ezequiel 22:26

El relato que leemos en Hechos diez, fue una visión que Dios le dio a Pedro. Para entender este relato bíblico, sólo se requiere poner atención a las visiones y entender que no son reales o literales, son figuras o comparaciones que usa para hacer más comprensible el mensaje que Dios desea mostrar, según leemos en Isaías 30:8, 14; Daniel 7:2, 3; y Mateo 17:1-9. Así también sucede en el caso que estamos analizando de Hechos 10. Esta era una visión y no un hecho real; era la representación del plan de extensión del mensaje de salvación. Es evidente que el libro de los hechos de los apóstoles comienza con una promesa y una orden para la recién formada Iglesia del nuevo testamento (Hechos 1:8 Versión "Dios Habla Hoy" Capítulo 2:39). 

En la visión, Pedro observó "…como un gran lienzo, que atado de los cuatro cabos era bajado a la tierra; en el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra y reptiles, y aves del cielo" Hechos 10:11, 12. Estos animales representan a todos los pueblos y naciones de la tierra, pues el mismo apóstol lo interpreta cuando dice "En verdad hallo que Dios no hace acepción de personas" Hechos 10:34. Y lo confirma en el verso 43 al decir "…todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre". Esto se manifestó en plenitud cuando el Espíritu de Dios fue derramado también sobre los "Gentiles". Es contundente el hecho de que a partir de este momento comienza la predicación a los "gentiles" o personas que no eran israelitas de sangre. No podemos pensar que se tratara de comida literalmente, ya que la narración completa tiene un tema central: el inicio de la predicación del Evangelio de Jesús a todo el mundo, sin importar raza, color o clase social. Interpretar que habla de alimentos literales sería sacar de contexto la sola frase "mata y come". 

¿Los Hijos de Dios deben comer cualquier animal? 

Leyendo el capítulo once de Levítico, encontramos la clasificación de los animales propios para comer y los impropios, por ser señalados por Dios como animales inmundos, para no comer. Y en más adelante encontramos la verdadera razón para ser un pueblo santo: "Empero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos y yo os la daré para que la poseáis por heredad, tierra que fluye leche y miel. Yo Jehová vuestro Dios, que os he apartado de los pueblos. Por tanto, vosotros haréis diferencia entre animal limpio e inmundo y entre ave inmunda y limpia; y no ensuciéis vuestras personas en los animales, ni en las aves ni en ninguna cosa que va arrastrando por la tierra, las cuales os he apartado por inmundas. Habéis, pues de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos" Levítico 20:24-26. 

Hay muchos que afirman que estos mandatos de Dios quedaron inválidos cuando Cristo expiró en la cruz. Pero deben recordar en primer término que la ley de la alimentación estaba ya desde mucho antes de Moisés. Desde la ofrenda de Abel (Génesis 4:4), y en el diluvio con Noé (Génesis 7:1-3, 8,9), por ejemplo. 


Estos datos de la Escritura nos ayudan a comprender y reconocer la existencia de un sistema alimenticio dictaminado por el mismo Dios y practicado por su pueblo desde los primeros tiempos, "hombres que comenzaron a invocar el nombre de Jehová" Génesis 4:26. Pablo, también lo recuerda que hay, específicamente, un tipo de "viandas que Dios creó para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los fieles y los que han conocido la verdad" 1° Timoteo 4:3 ¿Cuándo creó Dios esta vianda perfecta para el organismo humano? Desde el principio en la Creación (Génesis 6:21). 

“No hagáis abominables vuestras personas con ningún animal que se arrastra, ni contaminéis con ellos, ni seáis impuros por ellos Yo soy Jehová, vuestro Dios, vosotros por tanto, os santificaréis y seréis santos porque yo soy santo. Así que no contaminéis vuestras personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra” Levítico 11:43 y 44

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? 1 Corintios 6:19

No podemos adjudicar a Jesucristo el desconocimiento de los principios de Dios en relación al amor que el altísimo tuvo para la salud del ser humano. El maestro de Galilea en ninguna forma recomendó ingerir cosas infecciosas o alimento pagano; he aquí sus palabras básicas de cuidados, de ternura, de amor: "¿Qué hombre hay entre vosotros, a quién si su hijo le pidiere un pan le dará una piedra? ¿Y si le pidiere un pez le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos ¿Cuánto más vuestro padre que está en los cielos, dará buenas cosas a los que le piden?” Mateo 7:9-11. 

Entonces, lo que nulificó Cristo, en la Cruz del Calvario fue la maldición de la ley, esto es la justicia de pena capital (Gálatas 3:13), y la justicia de la ley que estaba "barnizada" con ritualismo (Efesios 2:15). 

Es cierto que el apóstol Pedro escuchó una voz que le dijo: "Levántate, Pedro, mata y come" Hechos 10:13, no podemos interpretar que Dios se estaba refiriendo literalmente a animales inmundos. Esta visión no debe descontextualizarse y acomodar "lo espiritual a los espiritual" 1° Corintios 2:13-14. Por lo tanto, los animales inmundos que vio Pedro eran la representación de los hombres que no eran del pueblo de Israel, lo llamados "gentiles" y de la predicación del evangelio de Cristo Jesús a todos los hombres "inmundos" (Juan 7:49). 

Entendemos, entonces que las palabras "Mata y Come" son metafóricas y significan que desde ese momento, también el gentil tiene derecho a recibir la salvación y ser ingeridos en el evangelio para formar parte en la Iglesia de Dios, Romanos 11:17; El Señor, por medio de la sangre de Cristo está limpiando a TODOS los hombres que lo acepten (1° Corintios 6:11). 

“Lo que Dios limpió, no lo llames tú común" Hechos 10:15; Es obvio no limpió a los animales inmundos, los cuales siguen desarrollando sus funciones para lo que fueron creados, y sus funciones biológicas también. Siguen teniendo la misma cantidad de sustancias dañinas para el hombre. Así, el texto bíblico habla de la predicación y conversión de los gentiles al evangelio de Cristo Jesús. 

“Mas ahora, librados del pecado y hechos siervos a Dios, tenéis por vuestro fruto la santidad y por fin la vida eterna” Romanos 6:22

Min. Fidencio Hernández Verde 

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