Amado(a) hermano(a) ¿Te has puesto a pensar cuánto tiempo más vivirás?, quizá muchos años, o tal vez sólo unos cuantos días. No pierdas tiempo, la salvación es para ti. No esperes hacer mañana, lo que puedes hacer hoy. Bautizarnos, es sólo un paso para lograr nuestra meta, y así alcanzar el perdón de Dios por nuestros pecados pasados, renacer a nueva vida y tener la oportunidad de alcanzar Vida Eterna. Por lo tanto no perdamos tiempo, la salvación es hoy, ¿Qué esperamos para aceptarla?
Quizá nos hemos hecho la pregunta ¿Qué es el bautismo? Es la oportunidad de alcanzar la salvación, de aceptar a Dios en nuestro corazón, de reafirmar nuestra fe en Cristo. Esto significa muerte al pecado, al mundo, pero ¿a qué muerte? La respuesta la encontramos en Romanos 6:11-12 que dice “muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús”, por lo cual, hay que darle lo mejor al Señor, nuestra juventud, nuestras fuerzas y nuestro valor.
El bautismo es una parte esencial de la doctrina de la Iglesia de Dios. Fue instituido por nuestro Señor Jesucristo, para alcanzar la salvación de nuestros pecados, como dice en Marcos 16:15-16.
Las sagradas escrituras también nos dicen claramente que “el que creyere y fuere bautizado será salvo”, ¿Qué es lo que esperamos para recibir a Dios en nuestro corazón hoy? No esperemos mañana.
Lo que debes hacer antes de bautizarte:
- Alcanzar misericordia
- Aceptar a Dios en tu corazón
- Aceptar a Cristo como nuestro único Salvador, ya que Él pagó por nuestros pecados (Hechos 8:37, Hebreos 9:12-14, 10:10).
- Estar arrepentidos de nuestros pecados (Hechos 11:18 y Romanos 2:14). El verdadero arrepentimiento permite la pureza de nuestro ser (Salmos 38:18 y 51:10) y el abandono del pecado (Proverbios 28:13).
- Ser doctrinado conforme a las Sagradas Escrituras (Mateo 28:19-20).
Al ser bautizados, recibimos muchos privilegios, primeramente: Reafirmar nuestra Fe, ocupar un lugar en el corazón de Dios, participar como miembro activo en la Iglesia de Dios y también recibir el Espíritu Santo (Hechos 2:38-39, 1ª Corintios 12:13).
Ser llamados hijos de Dios (Gálatas 3:26-28) y constituirse herederos de la promesa (Gálatas 3:29) ¿Qué esperamos para aceptar la gracia de la salvación?
Nosotros que tenemos la bendición de ser instruidos en la palabra de Dios, aprovechemos la oportunidad que nuestro Padre Celestial nos da. Aunque en las sagradas escrituras encontramos varios ejemplos al respecto, en esta ocasión sólo veremos uno muy importante, y es el del Señor Jesucristo. Él es nuestro mayor ejemplo. Fue joven, como tú y yo, sin embargo, demostró que se pueden vencer las tentaciones del mundo, y que se puede vivir gozando de las bendiciones de Dios, al lado de nuestra familia y seres queridos. Él nos dejo encomendados a Dios que cuida de los que estamos en el mundo, pero no somos del mundo (Juan 17), por lo tanto amado(a) hermano(a), si tenemos su Espíritu, podremos vencer nuestra carne, por lo tanto disfrutemos esta bendición del bautismo y aceptemos a Dios en nuestro corazón, confirmando la fe en nuestro Salvador, que nos demostró su amor de la mejor manera, dando su vida por nuestras faltas, no lo pensemos más, pues Él no lo pensó. Contamos con la oportunidad hoy, aprovechémosla o ¿esperaremos hasta que ya no podamos dar nada, cuando estemos destruidos, como tantos jóvenes en problemas de drogas, soledad, sin Dios y sin fuerzas?
Alejandra Magdalena Morales Ceras
Peribán Michoacan
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