Nuestra Indumentaria

En todo tiempo sean blancos vuestros vestidos. Eclesiastés 9:8


Introducción. El tema que abordaremos, para muchos esta muy claro, sin embargo, hay una diversidad de criterios aplicados a este respecto y en algunos simplemente es un tema pasado de moda e innecesario.


Si nos remontamos al principio vemos que el vestido solo fue necesario hasta que el hombre falto al pacto con Dios. Génesis 3:21. Dios mismo les hizo a Adán y Eva túnicas de pieles para vestirlos.


Si nos detenemos a pensar un poco en el estilo y la confección de aquellos vestidos que Dios les entrego a nuestros Padres (Adán y Eva) podemos deducir que no llevaban una confección compleja ni llevaban el objetivo de: lucir, presumir o de mejorar su apariencia sino de cubrir su desnudez que ocasionaba vergüenza y nada más.


Pero a través de la historia de la humanidad vemos como el vestido ha ido evolucionando y las modas están a la orden del día; hoy se puede elegir de entre la infinidad de modelos, desde los más sencillos y baratos hasta los más complejos y costosos. De entre los modelos hay algunos muy honestos-pulcros- y adecuados pero hay algunos extravagantes y deshonestos y como en muchos casos lo más deshonesto y prohibido es lo mas agradable a la gente, y podemos percibir un alto grado de degeneración en el vestuario del mundo actual.


En las mujeres minifaldas, pantalones muy entallados, blusas escotadas, vestidos traslucidos, pantalones holgados o desgarrados, playeras estampadas, etc. Todo esto promoviendo la concupiscencia y la sensualidad dando por hecho que el vestido también se ha constituido en una fuente de maldad en el tiempo presente. 

En esta sociedad carente de valores y temor de Dios, entregada al desorden e influenciada por la publicidad de modas se encuentra la Iglesia de Dios y la influencia ha sido tan fuerte que también las modas deshonestas se han introducido en la Iglesia de Dios y esta influencia ha sido más notable en los jóvenes y en los niños y pienso ¿Qué clase de cristianos habrá en la Iglesia de Dios si no cultivamos desde hoy una forma de vestir santa?


Identidad de la Iglesia de Dios


La Iglesia de Dios como toda organización debemos tener nuestra identidad y esta se determina respondiendo la siguiente pregunta: ¿Quiénes somos? A lo que la palabra de Dios responde: “Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido por Dios…” 1ª Pedro 2:9. Así se hace notable nuestra identidad y si nos preguntamos ¿Debe haber una diferencia notable en la forma de vestir del mundo y la Iglesia de Dios? La respuesta es obvia, el vestuario debe ser acorde a la calidad de personas que somos y si somos gente santa el vestido debe ser santo y la intención santa.


“Así mismo las mujeres ataviándose en habito honesto, con vergüenza y modestia… como conviene a mujeres que profesan piedad.” 1ª Timoteo 2:9-10.


Y en base a esto tenemos varias recomendaciones:

  • Salomón: “En todo tiempo sean blancos (santos) tus vestidos.” Eclesiastés 9:8
  • Cristo: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres…” Mateo 5:16.
  • Cristo: “Están en el mundo pero no son del mundo.” Juan 17:11 y 16.
  • Juan: “No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo, si alguno ama al mundo el amor del Padre no esta en él… y el mundo se pasa y sus concupiscencias más el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1ª Juan 2:15-17.
  • Judas: “Aborreciendo aun la ropa que es contaminada de la carne.” Judas 2:3.
  • Pablo: “Aprobando lo que es agradable delante de Dios y no comuniquéis con las obras infructuosas de la carne sino antes mas bien redargüidas.” Efesios 5:10-11.

Reafirmando vuestro compromiso


No cabe duda que a nosotros como ministros del Señor nos ha tocado desempeñar nuestro trabajo en tiempos difíciles como lo anuncio Pablo a Timoteo.


Y que sin lugar a duda toda esta maldad pondría en riesgo la identidad de la Iglesia. Sin embargo nuestra tarea aun no ha terminado, Dios dijo a Isaías: “Clama a voz en cuello no te detengas, alza tu voz como trompeta y anuncia a mi pueblo su rebelión y a la casa de Jacob su pecado.” Isaías 58:1.


Y a Ezequiel le dijo: “Tu pues hijo del hombre yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel y oirás la palabra de mi boca y los apercibirás de mi parte.” Ezequiel 33:7. 


Y Pablo exhortaba a Tito: “Mostrándote en todo tiempo por ejemplo de buenas obras en doctrina haciendo ver integridad y gravedad.” Tito 2:7.

“Palabra sana e irreprensible que el adversario se avergüence no teniendo ningún mal que decir de vosotros.” Tito 2:7-8.


No olvidemos el sentir que hubo en Cristo Jesús respecto a la Iglesia- “Santificarla, limpiarla en el lavacro del agua por la palabra para presentársela gloriosa para si una Iglesia que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante sino que fuera santa y sin mancha.” Efesios 5:26-27.


“Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores vosotros recibáis la corona incorruptible de gloria.” 1ª Pedro 5:4.


Min. Misael Benítez Arroyo

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