Cuando éramos pequeños soñábamos con una profesión, algunos querían ser doctores, abogados, licenciados, ingenieros, etc. un sinfín de profesiones que a cada quien le nacía en su corazón y que con agrado lo externaban a padres, hermanos o conocidos siendo siempre el objetivo, ayudar a alguien más, sobre todo a nuestras familias; conforme los años fueron avanzando aquel deseo se fue materializando.
En algunos casos los medios económicos que impiden a nuestros padres poder solventar el gasto que amerita pagar un curso, ya sea universitario o técnico, no es limitante, ya que imprimimos nuestro mayor esfuerzo para trabajar y estudiar y así poder cumplir nuestro sueño, para otros, para los cuales los padres si pueden solventarlo ponen su mayor esfuerzo por no defraudar el sacrificio económico del cual sus padres se desprenden.
En nuestra búsqueda de ser útiles en esta sociedad que día a día se aleja más y más de Dios y de la cual el enemigo busca adquirirnos para sí, nos enfrentamos a que existen lamentablemente oficios que demandan mucho de nosotros que nos envuelven y que nos impiden en ocasiones asistir a la Iglesia de Dios el día sábado y nos apartan más aun del creador. “Hay camino que al hombre parece derecho; Empero su fin son caminos de muerte. Proverbios 14:12”
Debemos estar apercibidos en estos oficios ya que nuestro Dios nunca deseara que nosotros nos alejemos de él sino todo lo contrario que dejemos que Él nos guie según su voluntad “Pon asimismo tu delicia en Jehová, Y él te dará las peticiones de tu corazón”. Salmo 37:4.
Lamentablemente aquel objetivo de ayudar a alguien más, comienza a desvanecerse cuando el joven concluye sus estudios y emprende el vuelo por ejercer aquella profesión en busca de un empleo en el cual los intereses económicos comienzan a florecer y peor aun comienzan a olvidarse de aquel que les otorgó el don, bien es cierto, la escritura nos dice “El dinero responde a todo” Eclesiastés 10:19 todos lo necesitamos para comer, para vestirnos, para sobrevivir, pero no debe ser a expensas de olvidarnos de Dios porque también nos dice “Porque el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” 1ª de Timoteo 6:10 Atendamos a estas recomendaciones que nuestro Dios hace.
Siervos de Dios
El Apóstol Pablo escribía estas palabras para aquel joven Timoteo “Tú pues, sufre trabajos como fiel soldado de Jesucristo, ninguno que milita se embaraza en los negocios de la vida; á fin de agradar á aquel que lo tomó por soldado y aun también el que lidia, no es coronado si no lidiare legítimamente.”2ª Timoteo 2:3-5 y fueron con el fin de que no se dejara envolver en los “negocios de la vida” para así poder servir sin obstáculos a Dios el cual otorga un grande galardón si le servimos.
En ocasiones nos enfrentamos a esa prueba a esa lucha a poder encontrar un empleo que no nos solicite trabajar los sábados ya que tenemos el deseo de servir a Dios, es necesario saber que nosotros como humanos no podemos ver lo que hay en el corazón pero Dios si puede ver y conoce el contenido que tiene y el ayudará siempre y cuando tu le busquemos con sinceridad.
Para poder ser siervos útiles necesitamos en realidad fiarnos completamente en Dios creer en realidad que El nos ayudara en cualquier dificultad que tengamos en nuestras vidas y trabajar para su obra esforzándonos poniendo todo nuestra dedicación por su maravillosa obra. “Acuérdate de engrandecer su obra, La cual contemplan los hombres” Job 36:24. Que mejor ejemplo que nuestro maestro, nuestro Señor Jesucristo que nos dice “Como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 20:28 en nuestra mente y corazón siempre debe estar nuestro Dios servirle debe ser uno de los mayores privilegios y así debemos de verlo ya que en su inmensa justicia nos pagará conforme a nuestras obras.
Todos conocemos que los estudios requieren de mucho esfuerzo por parte del alumno y vemos como aquel joven se esfuerza grandemente por cumplir con trabajos, tareas individuales, en equipos, proyectos, actividades, estudio para poder acreditar sus exámenes, etc. desvelándose, invirtiendo su valioso tiempo y dinero, dejando a un lado sus descansos para poder alcanzar aquello que de todo corazón busca.
Así debemos de buscar también a Dios ya que el nos tiene una recompensa mucho mayor a la que cualquier institución y/u hombre pueden otorgar, la cual es la vida eterna, por la cual muchos se esforzaron y siguen esforzándose en busca de agradar a aquel que la otorga.
Dentro del servicio en nuestras localidades existen muchas maneras de servir y todos debemos de apoyar ya que todo es necesario por pequeño que parezca comparado con otros todo traerá su remuneración y de ello debemos de estar seguros. Poniendo nuestros dones al servicio de la Iglesia
Si leemos la parábola de los talentos en Mateo 25:14-30 vemos una hermosa historia para algunos pero desgarradora para otros, nuestro Señor Jesucristo narra cómo se le dan talentos (dones) a sus siervos conforme a su facultad; A uno le dio cinco a otro le dio dos y a otro le dio uno pero solo dos siervos lo multiplicaron y al que le dio uno dijo “Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste; Y tuve miedo, y fui, y escondí tu talento en la tierra: he aquí tienes lo que es tuyo” Mateo 25: 24-25
En ocasiones algunos hermanos adoptan las palabras de aquel siervo ya que se confían o quisiera decir se excusan diciendo que nuestro Dios no necesita nuestro don, para eso están el resto de los hermanos, para trabajar en su obra, algunos otros “Es que yo no tengo ningún don” a todos Dios nos faculta con alguno solo es cuestión de depositarnos en sus manos para que nos ayude a descubrirlo y trabajar ese don en servicio de la Iglesia ya que actualmente existe mucha necesidad entre nuestros hermanos por lo cual tengamos por seguro que nuestro don será útil en gran manera. “Y á Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos ó entendemos, por la potencia que obra en nosotros” Efesios 3:20
Cierto es que nuestro Dios no nos necesita ya que si nosotros no queremos hacer el trabajo, pondrá otro siervo, y otro y otro hasta que el verdadero siervo fiel elaboré el trabajo, pero nosotros si necesitamos de Él es por ello que debemos de poner todo de nuestra parte por agradarle. La última parte de esta parábola es desgarradora ya que nos indica cual será el fin de todo aquel que no pone al servicio aquel don que Dios otorga.
Damos gracia a Dios que existen actualmente hermanos en nuestras localidades con dones admirables y que mejor aun los ponen completamente al servicio de la Iglesia a disposición de la obra y que si algún hermano solicita su don puede con presteza atenderle.
La palabra de nuestro Dios nos ilustra en Santiago 1:17 que “Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto, que desciende del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” debemos dar gracias a Dios por la oportunidad que nos da de poder servirle y por los dones que nos otorga.
Siervos inútiles somos
¿Y quién de vosotros tiene un siervo que ara ó apacienta, que vuelto del campo le diga luego: Pasa, siéntate á la mesa? ¿No le dice antes: Adereza qué cene, y arremángate, y sírveme hasta que haya comido y bebido; y después de esto, come tú y bebe? ¿Da gracias al siervo porque hizo lo que le había sido mandado? Pienso que no. Así también vosotros, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decid: Siervos inútiles somos, porque lo que debíamos hacer, hicimos” Lucas 17:7-10
Los jóvenes siempre puede dar un “plus” un “extra” eso del cual el sabio Salomón escribía “La gloria del joven es su fortaleza” Proverbios 20:29 Debemos de buscar esa delicia de servir a Dios haciendo siempre algo más de lo que se nos manda , algo mas a favor de su obra, algo de lo cual El se sienta orgulloso del siervo que tiene del hijo que le ama y que se goza trabajando por su obra “Y haré con ellos pacto eterno, que no tornaré atrás de hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.” Jeremías 32:40
Genaro Guerra Garza
Valle Hermoso, Nuevo León
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