Levadura: Es el nombre común de diversos hongos llamados ascomicetes que se producen asexualmente por gemación y sexualmente mediante ascos que contienen cuatro ascosporas son unicelulares y producen fermentaciones, Diccionario Enciclopédico SALVAT.
Ascomicetes: clase de hongo que comprende unas 20,000 especies caracterizadas por tener hifas tabicadas células uninucleadas, paredes celulares quitinosas y esporas que le llaman ascosporas.
Se cree que el origen de la levadura se remonta a tiempo de los egipcios, numerosas leyendas hablan de papillas de cereales liquidas, que los panaderos egipcios reservaban en un lugar fresco, que se formaban burbujas de gas que espumaban el líquido; así se propagó primero con los países que bordeaban el Mediterráneo, luego Grecia y los Romanos fueron los que transmitieron este conocimiento a la Europa Occidental en el siglo XVII, los panaderos utilizaban la levadura de cerveza liquida, elaborada a partir de una mezcla de grano germinado y agua, pero presentaba el inconveniente de darle un sabor amargo al pan; en 1874, en Viena, se empieza a fabricar una levadura mejor adaptada a la panificación, como resultado se tuvo el mencionado pan de “Viena”. Hacia 1856 los trabajos de Luis Pasteur, permitieron explicar científicamente los fenómenos de fermentación y comprender lo que ocurría dentro de la masa en el proceso de leudar, este descubrimiento permitió a la vez fabricar levadura científicamente a partir de una célula de variedad especial para panificación.
La palabra de Nuestra Escritura Santa, registra que cuando los Israelitas salieron de Egipto, no pudieron leudar la masa porque salieron deprisa; y cocieron tortas sin levadura de la masa que habían sacado de Egipto, porque no había leudado, porque cuando echándolos los egipcios, no habían podido detenerse, ni aun prepararse comida (Éxodo 12:39).
Podemos ver, por lo que leemos, que el pueblo de Israel conocía el proceso de leudar, tanto que Moisés ya les había dado indicaciones, por ejemplo, cerca de la pascua, les dijo, que tenían que acompañar al cordero que se comía con panes sin levadura, con hierbas amargas lo comerán (Éxodo 12:8). Otra indicación, que era para el Pueblo como un recordatorio de su salida de Egipto es la fiesta de los Asimos, que consiste en no comer leudado por siete días: “siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, aquella alma será cortada de Israel” (Éxodo 12:15) y verso 20: “ninguna cosa leudada comeréis en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura…”
SIMILITUD DE LA LEVADURA
Explicando el conocimiento y aplicación de leudar, le damos un giro en similitud hacia las palabras que utiliza el Apóstol Pablo: “un poco de levadura leuda toda la masa”, entendiéndolo ya no como el proceso de leudar masa para elaborar pan, sino más bien la depuración de ejercer una doctrina limpia sin contaminación, que las acciones que practicamos en nuestro quehacer espiritual, estén libres de ideologías humanas sean estas ejercidas o dadas por autoridades espirituales, o entren por medio de imitar lo que otros hacen, hay malas costumbres en alguna parte de la Iglesia que se adopta del imitar, ejemplo: guardar medio día de reposo, no que sea disposición de Dios o de sus Ministros, sino más bien es una falta en algunos y luego es imitada por otros hasta que se hace parecer parte de la doctrina. Algunos se preguntan ¿Por qué algunas congregaciones hacen culto de recepción de sábado y otras no lo hacen? Como Jesús dijo a los Fariseos y Saduceos: “hay muchas otras cosas parecidas que hacéis a estas”.
El Apóstol Pablo en la 1ª carta a Corintios 5:2 exhorta a los de corinto, por la pasividad que tenía para con aquel que había tomado la mujer de su padre y les dice: “vosotros estáis hinchados y no más bien tuviste duelo para que fuese quitado de en medio de vosotros el que hizo tal obra”.
Esta similitud de hinchazón que provoca la levadura en la masa, en los hombres equivale a la aceptación de permitir o hacer lo equivocado, lo contaminado, cuando permitimos que el pecado entre en nosotros en pequeñas o grandes medidas que a nuestro entender decimos no nos afecta, sin embargo, la escritura nos dice en 1ª Juan 5:17: toda maldad es pecado.
El Apóstol Juan explica que hay pecado no de muerte y puede demandar y se le dará vida (1ª Juan 5:16) pero, ¿Cuánto es el límite, hasta cuanto nos ha de soportar nuestro Dios? ¿Por qué nos empeñamos en minimizar la contaminación y pecado? Nuestro Señor Jesucristo, al utilizar la enseñanza buscaba la purificación y depuración en cada acción del hombre, aun en aquellas cosas que todavía no se llevaban a la acción, aquellas que estaban escobándose apenas en el pensamiento, cuando los Escribas y Fariseos le preguntaban: ¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los ancianos? El Señor Jesús responde (Mateo 15:3) y Él respondiendo, les dijo: ¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Les hace notar que estaban anteponiendo la Doctrina alterada, contaminado por el pensamiento humano y así dejaban invalidado el verdadero mandamiento de Dios; después en los versículos 18 y 19 les dice a los discípulos: “Mas lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, muertes, adulterios, fornicación, hurtos, falsos testimonios, blasfemias.” Nótese que Cristo ubica el mal desde antes de ponerlo en acción, desde que este se encuba en el corazón y pensamientos del hombre, de igual modo, emplea la enseñanza en el Sermón del Monte: “oíste que fue ducho no adulteraras, mas yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla ya adultero en su corazón” (Mateo 5:27-28), como lo enseña Jesús así somos contaminados (leudados). El Señor les advierte a sus discípulos; “y Jesús les dijo: mirad y guardaos de la levadura de los Fariseos y Saduceos y ellos pensaban diciendo: esto dice, porque no tomamos pan, y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe que no tomasteis pan? Y les sigue explicando, cómo multiplicó los panes y lo que recogieron del sobrante (versículo 12) dice: “entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura de pan, sino de la doctrina de los Fariseos y los Saduceos.”
CÓMO SOMOS LEUDADOS
Hemos mirado la indicación de cómo en algunos pasajes, demuestra el equívoco de las personas y en su creencia doctrinal se encontró contaminación, hoy nos toca a nosotros entender también esta enseñanza y detectar la contaminación, porque la escritura dice: “todo lo que fue escrito, para nuestra enseñanza fue escrito”, el Apóstol Pablo le escribe a Tito (1:13-14): “Este testimonio es verdadero por tanto reprenderlos duramente para que sean sanos en la fe no atendiendo a fábulas Judaicas y a Mandamientos de hombre que se apartan de la verdad”.
Hoy, el tiempo que nos toca vivir presenta muchas corrientes ideológicas, que se introducen en nuestras personas y atacan a la doctrina que profesamos, encubar malos pensamientos, también es maldad y muestra de que hay contaminación, que ésta condición de ser, obedece a que hay leudo en nuestra persona.
Requiere del cuidado de cada uno de nosotros, para no ser llevados de esas corrientes, y hacer lo que recomienda el Señor Jesús, “Velad y orad”.
Amado hermano, lector de verdad es preocupante para un servidor, mirar que algunos hermanos tengan en poco el cuidado de sí mismo, diciendo o pensando que algunos fanatizamos al señalar ciertas fallas y errores, pequeñas, entre comillas, porque no son tales y mucho se recurre a la medida de justificación, al decir: “los otros hacen cosas peores, y no se preocupan”, así, de este modo, dan cavidad en su pensar, para seguir faltando, y ponen barrera frente a ellos, para no admitir corrección.
A ti que lees, a ti hermano(a) piensa que hoy es la oportunidad de corregir aquellas cosas que has pasado por alto, aquello que has entendido que no debes hacer pero de una forma u otra la sigues haciendo, “hoy es el día ideal, quizá el mañana no llegará” dijo el proverbista: “y dirás en tus postrimerías cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo y digas ¡Cómo aborrecí el consejo y mi corazón menosprecio la reprensión; no oí la voz de los que me doctrinaban y a los que me enseñaban no incline mi oído! (Proverbios 5:12-14). Quisiera poner muchos ejemplos que nos hagan reflexionar y poder quitarnos esa levadura de maldad, como el Apóstol lo refiere: “así que hagamos fiesta, no en la vieja levadura de malicia y de maldad sino en ázimos de sinceridad y verdad”. (1ª Corintios 5:8)
Pongo aquí algunos puntos de referencias que forman parte del cotidiano vivir y como parte de nuestra doctrina.
EN CUANTO AL REPOSO
El cuarto mandamiento dice: “seis días trabajarás y el séptimo dijo será reposo, no hagas obra servil, tu, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero” (Éxodo 20:9-10). Dios nos da seis días y no nos es suficiente, porque del día que es para Dios, le quitamos y utilizamos tiempo de este día de Dios para nosotros.
Amado hermano(a) es momento de darle a Dios lo que le corresponde, dedica el sábado para Dios, no te quedes a dormir, no te quedes en casa para atender visitas, no des permiso a tu hijo para que se vaya de día de trabajo escolar o de recreación, llévalos a dar gracias a Dios, dile a tu siervo, a tu criada, que descanse el sábado, invítalos a alabar a Dios, acude al templo para hacer la recepción del sábado, recuerda que el día tiene 24 horas y comienza desde la puesta del sol del día viernes y termina hasta la puesta del sol del día sábado y todo este tiempo es para Dios, no para ti, ni para tu trabajo, diversión, compromisos o algún pendiente que te quedo de la semana.
ARREGLO PERSONAL Y VESTIMENTA
Permítame hacer un comentario de este asunto, dada la condición en la que el mundo vive y ajenos de cual es mandamiento de Dios, sus criterios son impuestos por su concupiscencia, gustos y soberbia de la vida que por medio de ésta, son llevados al desorden, extravagancia y faltas a la moral y dadas las corrientes de difusión y propaganda, también la Iglesia sufre la infiltración de esta propagación.
La escritura dice: no vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer (Deuteronomio 22:5). El Apóstol Pablo le indica a la mujer ciertos principios y dice así mismo: “también las mujeres ataviándose en habito honesto con vergüenza y modestia no con cabellos encrespados u oro o perlas, vestidos costosos”, no quiero decir que en la Iglesia, varones y mujeres no tengan esto en cuenta o que ya lo hayan desechado, no, porque se ve que hay todavía la intensión de ordenarse conforme estos pasajes enseñan.
Por ejemplo, se observa que el día sábado la mayoría de las mujeres, no puedo decir que todas cuidan su vestimenta, se visten con honestidad y vergüenza, no veo hermanas con bermuda, falda corta, grandes escotes, short o pantalón, minifalda, pero ese cuidado lo tienen, nada más el sábado, porque en los días de la semana, de todo esto se usa, se acaba la vergüenza, honestidad y modestia, pasa lo que dice el Apóstol Santiago: “el hombre de doblado ánimo, es inconstante en todos sus caminos” y recomienda, allegaos a Dios y él se allegará a vosotros, pecadores limpiad las manos y vosotros de doblado ánimo purificad los corazones.” Santiago 1:8 y 4:8. Doblado ánimo porque para ir a la Iglesia tenemos un ánimo, una forma de ser y una manera de comportamiento y fuera de ella mostramos que la corriente de vida mundana nos atrapa y nos quita la sinceridad y verdad que debemos a Dios, así lo podemos observar en muchos; otras cosas de nuestro quehacer espiritual, quisiera mencionar ejemplos que refieren a no contaminarnos con idolatrías, alimentos, pasatiempos, etc.
Pareciera que de esto ya lo conocemos y no hay nada que decir, pero les diré, que muchas cosas las pasamos por alto o no creemos que sea malo y que nos contaminen; pensamos que son pequeños detalles sin importancia y tomamos el ejemplo de que hay otros que así lo hacen.
CONCLUSIÓN
Recuerden que la importancia de este tema es limpiarnos: “Limpiad pues la vieja levadura, para que seáis nueva masa como sois sin levadura” (1ª Corintios 5:7) pensar que ya no necesitamos mejorar o crecer en conocimiento de las cosas santas, es un error, decir que tenemos todo lo necesario para alcanzar la vida, es otro error, y cerrar nuestros cinco sentidos y todavía aún peor, es no percibir con ojos y oídos espirituales las cosas que estamos enfrentando a diario, principalmente dentro de nuestra amada Iglesia; perseverando unánimes en oración y ruego delante del Padre, limpiemos esa vieja levadura y seamos nueva masa en el Señor Jesucristo y en todas las cosas, la doctrina sin contaminación, nuestras personas, las manos, corazón, mente, limpios como nuestro hermano Pedro nos dice: “dejando pues toda las detracciones, desead como niños recién nacidos la leche espiritual sin engaño, para que por ella crezcáis en salud (1ª Pedro 2:1-2). Somos la esposa del cordero, preparémonos para recibirlo porque nuestro Señor viene ¿y cómo nos hallará?
La paz de Dios sea con vosotros
Ministro Ricardo Gil Onofre
Coayuca Puebla
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