Lo que NO sabías de la Idolatría

Tiempo después que, por su desobediencia, el Creador expulsó al hombre de huerto, pocos se conservarían cercanos e El, y los demás se corrompieron en diversos pecados: “…toda carne había corrompido su camino sobre la tierra” (Génesis 6:12). Posterior al diluvio, los hijos de los hombres se alejaron, no tan sólo geográficamente, sino también de Dios. Estas naciones perdieron el conocimiento de la ciencia divina. La ausencia de Dios en sus vidas los llevó nuevamente a caer en decadencia escuchando doctrinas de error: “así troncaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes.” (Romanos 1:23) Aparecería el culto a las imágenes, que en diversas culturas adoraban hombres, astros o animales, otras a criaturas imaginarias como los dioses egipcios o hindúes. Seres híbridos amalgamados entre humanos, reptiles, aves (Anubis dios egipcio con cabeza de perro) o dotados con mutaciones de diversos miembros (Vishnú diosa hindú con cuatro brazos). La idolatría despertó el interés en gobiernos y sacerdotes que encontraron grandes beneficios en la idolatría, pero el más beneficiado fue el adversario, quien con este pecado podría engañar a las naciones para alejarlas de Dios. Solamente recordemos que la Idolatría es uno de los pecados que más abomina el Eterno. Lo dejo escrito en los dos primeros mandamientos del decálogo Éxodo 20:3-6.

¿QUÉ ES UN ÍDOLO?

Un ídolo es la representación de una supuesta deidad; es una imagen hecha de diferentes materiales que proyecta una identidad para que sea adorada por las diferentes necesidades. Se pensaría que no causa daño y que por el contrario, es prodigioso. Se le asignan poderes que el individuo supone o alguien con autoridad religiosa dice que posee.

¿QUÉ ES LA IDOLATRÍA?

La adoración, veneración o culto a dioses representados en imágenes está definido como idolatría. El culto a imágenes esta reprobado contundentemente a lo largo de la Biblia. Adorar imágenes es una maldición: “Jehová te llevara, a ti y al rey que hayas puesto sobre ti, a una nación que ni tu ni tus padres conocíais, y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.” (Deuteronomio. 28:36) Una persona que practica la idolatría desobedece los dos primeros mandamientos del decálogo divino (Éxodo 20:3-6). El apóstol Pablo también lo denomina como el amor a las cosas materiales: “…avaricia que es idolatría.” (Col 3:5) La idolatría se ha utilizado como un sistema para dominar y debilitar las conciencias de las personas durante el largo camino en la historia de la humanidad. Gobernantes y religiones han alentado esta práctica de adoración a deidades e imágenes para mantener su control sobre los pueblos y conservar su poder, así como de incrementar sus bienes económicos. La biblia, con la autoridad de la palabra de Dios, indica manifiestamente que “…es la transgresión de la ley.” (1ª Juan 3:4)

¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE HACER IDÓLATRA A UNA SOCIEDAD? 

Los pueblos sometidos a venerar deidades para cada actividad como, la lluvia, la guerra, el amor, salud, cuando están fanatizados soportaran grandes abusos de los sacerdotes religiosos, de los gobiernos, hombres con grandes riquezas entre otros. Cuando las sociedades protestan les presentan a la deidad, estos doblarán los brazos ante la imagen temiendo alguna sanción por parte de la supuesta divinidad.

Cuando un líder erige un ídolo busca: 

1. Manipular la conciencia de los hombres

2. Tener cautivos sus pensamientos religiosos.

3. Políticamente, para dominar a los pueblos (Nicolás Maquiavelo escribió en el libro El Príncipe, “Ten a un pueblo corrompido e ignorante y lo tendrás dominado”).

4. Los pueblos más pobres, violentos, atrasados y con la peor calidad de vida, son los más idólatras. Así como los que practican brujería, adivinaciones, encantamientos. Solo es ver un momento el mapa y calificar los países por su desarrollo directamente ligado a la práctica de la religión mayoritaria. 

5. Establecen fiestas idolátricas disfrazadas de nacionales o tradicionales y en ocasiones mezcladas con las de tipo cívico. Para tener distraída la atención de la población.

JUSTIFICACIÓN DE LA IDOLATRÍA

El pueblo de Israel pretendía regresar a Egipto llevando un ídolo de oro en forma de becerro “…estos son tus dioses que te sacaron de Egipto.” (Éxodo 32:4) Los exiliados en Egipto se quejaban de no tener el beneficio de su práctica idolátrica hacia la reina del cielo (Jeremías 44:17-19).

El pueblo de Israel era propenso a la idolatría por lo que Jehová mando a Moisés escribir un cántico (Deuteronomio 31:19-22). Previendo una forma de regenerarlos “…He aquí tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantara y fornicara tras los dioses ajenos de la tierra a donde va…” (Versículo 16)

El diccionario de la Biblia (Oxford Dictionary of theBible) de W. R. F. Browning Ed. Folio, p. 229) señala como definición de la palabra idolatría: “Culto en torno a la estatua de un dios o diosa. Tales ídolos eran comunes en las religiones del Oriente Próximo, pero no se sabe con certeza si los adoradores consideraban que la estatua como tal era una deidad, o si la deidad era de algún modo materializada por la imagen, de tal manera que el adorador encontraba a la deidad a través de la imagen. Parece que, en la época del exilio, cuando los adoradores de Yahveh se encontraron con los cultos extraños de Babilonia, el profeta creía que sus vecinos realmente adoraban un trozo de madera o de piedra (Is. 46)”.

Algunas personas tratan de aducir la adoración de imágenes forzando algunos pasajes bíblicos argumentando que Jehová las mando a hacer, algunos ejemplos de esto son:

a. La serpiente de metal. “Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente ardiente, y ponla sobre una asta; y cualquiera que fuere mordido y mirare a ella, vivirá. Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.” (Número 21:8-9) La cual con el tiempo causo idolatría en el pueblo y fue destruida por el rey Ezechias. “Él quitó los lugares altos, y quebró las imágenes, y cortó los símbolos de Asera, e hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán.” (2 Reyes 18:4)

b. Las imágenes de querubines de oro en el arca del pacto. “Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio.: Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos.” (Éxodo 25:18-19)

c. Querubines en las cortinas. “Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con querubines de obra primorosa.” (Éxodo 26:1)

d. Las imágenes de ángeles en el templo de Salomón. “Hizo también en el lugar santísimo dos querubines de madera de olivo, cada uno de diez codos de altura.” (1 Reyes 6:23)

Estas figuras fueron ordenadas por Jehová, cada una tenía una función, si leemos atentamente cada texto aquí mencionado, no se encuentra que deban ser adoradas, veneradas u honradas, o que se les rinda algún tipo de culto.

¿QUÉ EFECTO CAUSA LA IDOLATRÍA EN UNA PERSONA?

1. La hace dependiente.

2. Le genera incertidumbre al tomar decisiones si no ha consultado su ídolo.

3. Le va enfermando la mente hacia otras prácticas nocivas como acudir a adivinos, el culto a la muerte, ciencias ocultas, fetichismo, brujos, a poseer amuletos, entre muchas otras.

4. Le causa ceguera de conciencia.

5. Vive pensando en qué sacrificar para obtener el favor.

6. Hace dolorosos sacrificios físicos infructuosos.

7. Se auto somete a un objeto inerte inferior a él.

8. Llega a creer, que al no sacrificar o venerar al ídolo, le acontecen sucesos negativos.

9. Le adjudican eventos milagrosos circunstanciales al ídolo.

10. Lo peor, aleja al hombre de lo que sí es divino.


Como hemos visto, la idolatría es reprobada por el Creador y el adversario ha encontrado muchos beneficios con esta práctica, pero el más afectado es el hombre, el cual se aleja de la salvación cuando se entrega a estas costumbres, y lo más lamentable es que pretenda justificarse forzando textos bíblicos con el fin de ver y escuchar lo que él desea.

Diác. Arturo Farfán.

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