Mi justicia tengo asida

“¿Me he vuelto vuestro enemigo por deciros la verdad?” Gal. 4:16, de esta manera se expresa el apóstol Pablo al hablarles a los Gálatas, después de que él mismo da testimonio del gran amor que le tenían, a tal grado que según dice: “si se hubiera podido, os habríais despojado de vuestros ojos para dármelos” Gal. 4:15. Sin embargo el apóstol en cuestión como hombre íntegro, no hacia concesiones que comprometerían la verdad y la justicia.

Y qué importante es esta actitud que debemos asumir los que tenemos el conocimiento de la palabra de Dios, el paciente Job decía: “Mi justicia tengo asida no la cederé” Job 27:6, estas palabras dichas por este hombre, son muy reveladoras, y tienen un gran peso, ya que este hombre las decía con conocimiento de causa, recuérdese cuando el maligno lo arruinó totalmente, y su mujer no alcanzaba a entender ¡cómo era posible que su esposo aun en esas condiciones retuviese su rectitud! Y le dice ¿aun retienes tu integridad? Job 2:9, como diciéndole después de todo lo que te ha pasado ¿No reniegas contra Dios? “¡Maldice a Dios y muérete!”, no hay duda en cuanto a la justicia de este hombre, era honrado, honesto, íntegro y no podía hacer concesiones con la justicia, aun cuando esto fuera en detrimento de su propia persona.

No podríamos aunque quisiéramos imaginar al profeta Daniel y a sus hermanos hebreos, negociando a costa de su santidad con los funcionarios del gobierno de Nabucodonosor al que estaban sometidos, por el contrario, efectivamente encontramos, que si negociaron, pero por una salida que les permitirá abstenerse de comer alimentos que les estaban prohibidos por nuestro Dios, es decir no sucumbieron a la imposición real que les hubiera hecho romper con la lealtad hacia su Dios, aun cuando la presión era extrema.

Pero sin lugar a dudas el ejemplo por excelencia de congruencia, integridad, lealtad a sus principios lo tenemos en la figura del Señor Jesús, hombre íntegro, leal a sus principios, costara lo que le costara, ¡Qué fácil hubiera sido para Él, suavizar sus relaciones con sus adversarios! Si tan solo hubiera disimulado y solapado sus yerros, y sus actitudes réprobas, seguramente habría sido mucho más cordial su trato con la clase preponderante de su pueblo, pero, Jesús no hacia concesiones con la verdad, ni daba coba a nadie, se tratara de quien se tratara, no fueron pocas las oportunidades que tuvo nuestro Maestro para sacar provecho a su favor si así lo hubiese querido, solo baste recordar cuando se le ofrece el mundo y todos sus reinos, o cuando el pueblo pensaba en proclamarlo rey lo cual enfáticamente rehusó.

Los ejemplos de ética y rectitud de los hombres de Dios deben grabarse en nosotros que formamos el pueblo de Dios para obrar en consecuencia, no podemos hacer concesiones en detrimento de nuestra fe, la vida diaria es una constante prueba, no obstante la Biblia dice:

“Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida” Ap. 2:10.

Min. Martín Juárez Pérez

No hay comentarios: