El Creador se muestra por primera vez al pueblo Egipcio

Este evento lo conocemos todos, sin embargo, la importancia que tuvo, a veces no la visualizamos en toda su dimensión. La salida del pueblo de Israel a la tierra de Canaan tuvo una gran importancia, no solo porque se liberó el pueblo sino porque por primera vez se muestra el Dios de Israel ante el mundo gentil. Para el resto de la gente de esas generaciones Jehová no existía pues jamás habían oído hablar de Él, solo conocían a sus dioses y no conocían más, el mismo Faraón le contesta a Moisés: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz, y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel (Éxodo 5:2). Pero Dios se muestra como el ser Omnipotente que es, con toda su grandeza, y mostrando que no hay otro Dios fuera de Él.

La dureza que muestra el Faraón al no dejar salir al pueblo de Israel es porque así Dios lo quiso para mostrar que sus dioses y magos no son nada ante su poder. Si recordamos las plagas que sufrió el pueblo Egipcio siendo las primeras la de la sangre y en seguida la de las ranas estas fueron repetidas por los magos, sin embargo la tercera que fue la de los piojos, intentaron los magos, más reconocieron ellos mismos que “…dedo de Dios es este…” Éxodo 8:19. El resto de las plagas ya no las intentaron más repetir, pues el poder de Dios no puede ser comparado con el de los magos y encantadores.

Cada plaga fue con un propósito, pues de esta manera Jehová Dios da a conocer que Él lo hizo todo y así mismo tiene el poder para controlarlo. Los pueblos de Ur de los Caldeos, Siquem y Egipto adoraban dioses que les atribuían poderes sobre el sol y la luna, el tarot. Los magos tenían poder para realizar hechizos como ya lo mencionamos al repetir las dos primeras plagas. Su dominio sobre las aguas Dios lo mostró cuando la convirtió en sangre, cuando hizo brotar la plaga de las ranas de la tierra hizo nacer los piojos y de la nada hizo aparecer las moscas (tabanos que son muy molestos porque pican como un mosco pero estás tienen un pico más grande), dio muerte sobre ganados, preservando los del pueblo de Israel, de las mismas cenizas castigó con ulceras a toda la gente del pueblo de Egipto. El granizo y el mismo fuego los unió destruyendo los cultivos de cebada y lino, con los vientos trajo langostas que consumieron los trigos que habían quedado, la misma luz no se mostró cuando puso la oscuridad y no podían mirar ni a escasos centímetros, la oscuridad era tanta que se podían palpar, y para mostrar que Dios es dueño de nuestra vida, Él da y la quita, trajo la muerte de los primogénitos en Egipto, Éxodo 7-12.

Con todos estos sucesos, Dios multiplicó sus maravillas y por primera vez el mundo pudo entender que no hay otro Dios fuera de Él. Mostrándonos la verdad de los falsos dioses y liberando no solo a Israel sino también a nosotros de falsas creencias, cumpliendo así su palabra en Juan 8:32 “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” El pueblo judío en la celebración de la pascua siempre recuerda la salida de Egipto y cuánto más expresa de manera más extensa se tiene por sabio y merecedor de halagos a ese pueblo porque por medio del reconocimiento de lo que Dios hace por nosotros también se glorifica su nombre y de esta manera de cumple con lo que está escrito en Deuteronomio 6:20-24 de instruir a los hijos a la obediencia de los estatutos y recordarles los prodigios que el Señor hizo al sacarlos con mano fuerte y brazo extendido de la tierra de Egipto.

Dios nos ilumine y nos bendiga. Paz a vosotros

Armando Gómez Gómez
Salado, Edo. México

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