¿Dices que no te gusta lo que ves en el espejo? ¿Te preocupa tu cara, tu cabello, tu figura o tu físico en general?
La apariencia ciertamente puede influir mucho en cómo te ven y te tratan otras personas, hay que considerar la gran influencia de la televisión, los libros, las películas, etc.
Hombres y mujeres de apariencia atractiva se ven desde la pantalla de la televisión y en las páginas de las revistas donde nos ofrecen en venta todo: ropa, cosméticos, joyas, hasta las cosas más pequeñas, así los medios de información te hacen creer que si no eres una belleza con rostro impecable o un hombre guapo y musculoso lo mejor sería que corrieras a esconderte.
Pero pregúntate hasta qué grado son reales tus defectos físicos o son imaginarios. ¿Es realmente tan poco atractiva tu persona o es la presión de otros lo que te lleva a pensar así?, las Sagradas Escrituras nos aconsejan: “No amarás a este mundo, ni las cosas que están en el mundo” 1ª Juan 2:15.
Si estas conforme con tu apariencia es importante, pero cuídate para no hacer de tu apariencia el factor más importante de tu vida.
Dios rechazo para Rey a un joven llamado Eliab, cuya estatura era impresionante, Dios dijo al profeta Samuel: “No mires a su parecer, ni lo grande de su estatura, porque yo lo deshecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” 1ª Samuel 16:6-7.
Es muy satisfactorio saber que para Dios no importa la apariencia, sino el corazón, ¡lo intimo del corazón! En 1ª de Timoteo 2:9 dice a las Cristianas que se adornen con ropa decorosa, con modestia y buen juicio.
La modestia toma en cuenta las circunstancias, un traje formal sería apropiado para cierto trabajo, pero estaría fuera de lugar en la playa o a la inversa.
Los jóvenes de la Iglesia de Dios no deben usar ropa indecorosa al asistir a los cultos, más bien deben de vestir de forma que se les identifique como obreros del Señor.
El que vistas de moda puede deslumbrar a otros jóvenes, pero vistiendo así no ganarás el afecto de la gente, ni conseguirás amigos verdaderos, eso se logra adornando el hombre interior y hay que trabajar para mejorar a la persona que eres por dentro.
Asegúrate que tu manera de vestir transmita el mensaje correcto, si eres hijo de Dios viste como un cristiano y no reflejes una imagen creada por la publicidad o inventada por otros.
Que Dios te bendiga y Él será quién guíe tus pensamientos.
Noemí Méndez
Iglesia de Dios en Los Ángeles CA.
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