LA VENIDA DE CRISTO

“Si habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque muertos sois y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifestare, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. Colosenses 3:1-4

Estas palabras que el Apóstol Pablo dirige con mucha certeza a los hermanos de Colosas, afirmando que es importante buscar las cosas espirituales antes que las terrenales, que el origen de la resurrección como primer paso es el bautismo y que a partir de allí podemos lograr la vida eterna para poder estar con él en su gloria, siempre y cuando mantengamos nuestra santificación. Romanos 6:22, nos ayuda a entender y a conocer los sucesos evidentes para identificar la segunda venida de Cristo.

El tema a que nos referimos no es controversial, porque es un hecho verosímil, sin embargo, algunos grupos religiosos al interpretar el lapso después de la Venida de Cristo hay confusión y no logran discernir con el espíritu de Dios lo que se dice sobre éste asunto en las Sagradas Escrituras; pero no es el objetivo en esta enseñanza, al contrario, es profundizar el aspecto profético de su Venida para lograr una mayor claridad sobre éste evento que es y será el esperado por todos los santos. “Y clamaban en alta voz diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor; santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangra de los que moran en la tierra? Y les fueron dadas sendas blancas, y les fue dicho que reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos”. Apocalipsis 6:10-11. No damos a entender que los muertos tengan consciencia, hablamos de aquellos que dieron testimonio y de una manera metafórica. Como también la parábola de Cristo acerca de los obreros de la Viña, habla de este suceso que será esperado y que están siendo muchos los que esperan su venida, desde Abel hasta el último que se convierta de corazón para ser resucitado o transformado. Mateo 20:1-16.

Al profundizar en la Palabra de nuestro Dios, encontraremos que existe un fundamento bíblico y doctrinal, donde la Iglesia de Dios ha predicado lo enseñado en las Sagradas Escrituras por medio de los profetas y apóstoles; sin embargo todo el procedimiento debe ser cumplido conforme a la voluntad del Padre para poder ser los primeros en recibirle, es decir no basta saber que vendrá, al contrario se debe procurar estar presente cuando el hecho sea manifiesto. “Más los otros muertos no tornaron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad en éstos; antes serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinaran con él mil años” Apocalipsis 20:5-6.

INTERPRETACION

¿Quién y de qué se habla acerca de su venida?

Respondiendo la primera pregunta, es el mismo Señor Jesucristo quien habla de su venida, al hacerle ésta pregunta sus discípulos “Y sentándose él en el monte de las Olivas, se llegaron a él los discípulos aparte diciendo: Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida, y del fin del mundo?” Mateo 24:3.

Esta pregunta es fundamental para partir en una búsqueda más placentera que llegará a medir los tiempos y el razonamiento o el uso de la consciencia del hombre sobre la Venida de Cristo. Solamente nos enfocaremos sobre la pregunta hecha de su venida, la expresión “Señal”, se contempla como una indicación, predicción o alarma y está sustituye por lo tanto a la palabra escrita o al lenguaje. Recordemos que todos los hombres en ese tiempo se basaban para creer en algo cuando un hecho inexplicable se manifestaba; entonces se podía afirmar como verdad, es decir, un milagro o algo no natural, por ejemplo: la santidad de los enfermos, cuando Cristo camino en el mar, etc. Por esa razón los Apóstoles usaban el termino Señal. 

Cristo al responder a esa pregunta, utiliza una parábola para que la comprendan mejor “De la higuera aprended la parábola. Cuando su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca”. Mateo 24:32. Es decir, los afectos o consecuencias en cada tiempo es fundamental para saber en qué momento o periodo nos encontraremos, como en el caso del verano, una de las estaciones del año; sin embargo, los acontecimientos que les declaro que iban a suceder antes de su venida y que en esa generación iban a percibir y sufrir algunas de ellas queda asentado para nuestra enseñanza para comprender y analizar lo que ya ha pasado y lo que ha de suceder, a lo que podemos responder la segunda pregunta, los acontecimientos o hechos que iban a suceder se declara de esta manera: “Y respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie nos engañe. Porque vendrán muchos en mi Nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y a muchos engañaran. Y oiréis guerras y rumores de guerras. Mirad que no os turbéis, porque es menester que todo esto acontezca; más aún no es el fin. Porque se levantara nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres, y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas, principios de dolores”. No son todos los acontecimientos pero si algunos que nos da el parámetro para decir que se está cumpliendo. La recomendación que da el Señor es: “Velad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor”, Mateo 24:42. No olvidemos que no se tiene una fecha exacta para su cumplimiento, pero si se enumeran los eventos que sirven como guía para estar preparados y ser consolados para buscar nuestro crecimiento espiritual. “Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre” Marcos 13:32, “Por lo cual, consolaos los unos a los otros, y edificaos los unos a los otros, así como lo hacéis”, 1ª Tesalonicenses 5:11.

También el Apóstol Pablo habla sobre este asunto que interesa a todos los santos, pero en un sentido de exhortación para mantener la fe, la doctrina, el sentimiento, la razón o el motivo que nos permite creer en su venida, aconsejando “No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición”, 2ª Tesalonicenses 2:3. Otro suceso que se habla antes de su venida y que también se está cumpliendo, se puede observar en la diversidad de sectas religiosas que afirman una doctrina verdadera, pero que conduce a la ira de Dios. 

¿Para quién se dijo?

Sin duda alguna podemos afirmar que primeramente se dio a conocer el evangelio al Pueblo de Israel para que se arrepintieran de sus malos caminos a que habían llegado, “A estos doce envió Jesús, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por el camino de los gentiles no iréis, y en ciudad de samaritanos no entréis; Mas id antes a las ovejas perdidas de Israel”, Mateo 10:5-6. Otro versículo que encontramos en la Palabra de Dios, de que el Pueblo de Israel era el indicado para recibir la reconciliación, “Más Jesús les dijo: Deja primero hartarse los hijos, porque no es bueno tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”, Marcos 7:27. No olvidemos que entro un remanente del pueblo de Israel. “Y oí el número de los señalados: Ciento cuarenta y cuatro mil señalados de todas las tribus de los hijos de Israel”, Apocalipsis 7:4. Posteriormente como sabemos se le dio la oportunidad a los Gentiles, “Entonces Pablo y Bernabé, usando de libertad, dijeron: A vosotros a la verdad era menester que se os hablase la palabra de Dios; mas pues la desecháis, y os juzgáis indignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles”, Hechos 13:46. Ahora identificando que de ambos hizo uno y que ambos son importantes por aquellos que mantuvieron su fe. “Que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre”, Efesios 2:18, “Y viendo antes la Escritura que Dios por la fe había de justificar a los gentiles, evangelizó antes a Abraham, diciendo: en ti serán benditas todas las naciones”, Gálatas 3:8. Deducimos que a los 144,000 judíos y a los gentiles en su infinidad y los que faltan, se les ha dado este mensaje de la resurrección y obviamente de la segunda venida de Cristo Jesús.

¿Por qué lo dijo?

El Señor Jesús en su sabiduría, amor y compasión, refiere los acontecimientos que han de suceder como lo vimos anteriormente, pero consideremos aquí, que existe una razón más profunda, es para que exista conocimiento del sufrimiento de la condición humana, como es: el martirio, la muerte provocada, la traición, el ser desaprobados o aborrecidos por la humanidad y aun por nuestros familiares, entre otros, pero da el valor y la promesa de estar con nosotros en esa condición “Y os será para testimonio. Poned en vuestro corazón no pensar antes cómo habéis de responder. Porque yo os daré boca y sabiduría, a la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán. Más un pelo de vuestra cabeza no perecerá. En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas”, Lucas 21:13-15, 18, 19. El motivo es que todos los que pertenecemos a la Iglesia de Dios, ya de haber sido un solo cuerpo como lo hemos visto anteriormente es para que cada uno debamos estar prevenidos, ante los acontecimientos y conservarnos firmes en la fe para mantener esa confianza plena en que la venida de Cristo está cerca. En 1ª Corintios 15:22-25, describe el acontecimiento de la resurrección conforme al orden y el suceso principal que se hará cuando Cristo reine en el milenio y esto fortalece a nuestra fe para alcanzar la promesa de estar con el Señor en su gloria. 

Consideremos la utilidad que tienen para nosotros conocer los acontecimientos y la doctrina de nuestro Dios, referente a la Segunda Venida de Cristo; primero observar todos los fenómenos sociales, climáticos, económicos, entre otros, y que a su vez nos permite reconocer que ante todo existirá un juicio, ahí serán evaluados los comportamientos, las decisiones, el anhelo por alcanzar la santificación para adquirir la vida eterna. No olvidemos que el regreso de nuestro Salvador será evidente ante los ojos de los hombres que vivan en ese momento, entonces será manifestado el levantamiento de los que durmieron en la fe de Cristo, que tendrá como recompensa alcanzar la imagen del Hijo de Dios. El Apóstol Pablo puesto los ojos en la corona de Vida y en el mantener la santidad, habla con firmeza y con toda autoridad moral para motivar a los que leen y que son parte de la Iglesia de Dios, en mantener la claridad y el amor por la espera de la venida de nuestro Salvador, “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”, 2ª Timoteo 4:8.

Esperando haber alcanzado las expectativas y la importancia de conocer el tema de la Segunda Venida de Cristo, seamos fieles y leales a nuestra doctrina para no dar lugar a la apostasía. 

Jacobo antepone como elemento principal, tener paciencia para que nos esforcemos a soportar los tiempos, las tentaciones, las aflicciones, para confirmar y mantener nuestra fe ferviente y pone como ejemplo a los profetas que hablaron en el Nombre del Señor. También resalta algunas virtudes de Cristo, ante los hombres que sufren. “Tened también vosotros paciencia, confirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca”… “Hermanos míos, tomad por ejemplo de aflicción y paciencia, a los profetas que hablaron en el Nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso”, Santiago 5:8, 10, 11.

Obr. José Antonio Serna Antolino.

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