¿Cuál es la voluntad de Dios? (segunda parte)

¿Hago la voluntad de Dios?

Muchas veces solemos actuar por inercia, no nos ponemos a pensar si lo que hago agrada a Dios y no nos decidimos a buscar realmente la voluntad de él ¿Qué es lo que el Señor quiere para mí? Continuamente deberíamos preguntarnos esto y plantearnos hacia donde quiere Dios que me dirija. La voluntad de Dios no tiene que ver con algo físico tampoco con el plan que tenga para nuestra vida pero es parte de lo que él puede enseñarnos si decidimos hacerla, la voluntad de Dios tiene que ver con lo espiritual… Pablo nos enseña que solamente podemos encontrar la voluntad de Dios cuando nos hemos entregado a él, entonces podremos encontrar que su voluntad es buena, agradable y perfecta en todo. “Y no os conforméis a este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cual es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” Romanos 12:1-2. 


El que quiere conocer la voluntad de Dios debe primero comprometerse hacerla, el Señor nos ha pedido como ya vimos que no imitemos la conducta ni las costumbres del mundo, nos ha invitado a que seamos personas nuevas, diferentes en nuestra conducta y pensamientos así por experiencia aprenderemos lo agradable de seguir a nuestro Señor. Es así como nos muestra que desea transformarnos en mejores personas, nos invita a renovarnos para que disfrutemos de hacer lo que él desea de nosotros, por lo tanto entendemos que la verdadera voluntad de Dios es la santidad de sus hijos, porque la voluntad de Dios es vuestra santificación. 1ª Tesalonicenses 4:3. Es la voluntad de Dios que toda persona sobre la tierra, sea conformada a la imagen de su hijo, nuestro Señor Jesucristo. (Juan 17:20-23, Romanos 8:29, Efesios 4:13-15, Colosenses 1:28). Desde su niñez podemos ver que el Señor Jesús nos da un claro ejemplo de cómo vivir una vida en Santidad, se preocupaba por adquirir todo el conocimiento de la palabra de Dios y nos enseñó que aun siendo carne él pudo vivir una vida consagrada a él, pasando también tentaciones y pruebas que Satanás puso en su camino, más Jesús nunca desistió de hacer la voluntad de su Padre. 

Nunca encontraremos su plan ni su voluntad fuera de su palabra, lo encontraremos al renovar nuestra mente, teniendo el mismo sentir que hubo en el Señor Jesús. “Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” Filipenses 2:5. Así que Cristo siempre debe ser nuestro ejemplo a seguir y de quien también podemos adquirir la instrucción para cuando necesitemos tomar decisiones, sigamos las mismas pisadas de Cristo y si has decidido esto en tu corazón seguramente has reflexionado, tal vez arrepentido por algunas cosas que no has hecho bien en tu vida y por los pecados que siguen allí, ahora que sabes cuál es la voluntad de Dios y como encontrarla, la ordenanza que él ha dejado para cada uno de los que quieren hacer su voluntad es el bautismo, “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” Hechos 2:38; esto es indispensable para iniciar una nueva vida y tener una mejor relación con Dios, él ha dado a su hijo unigénito en sacrificio, para que tuvieses esta oportunidad de una mejor vida en santidad con él, para el perdón de todos tus pecados, para que por medio del bautizo tú puedas ser un hombre nuevo, naciendo espiritualmente, “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es” 2ª a los Corintios 5:17; esto es necesario para que alcancemos nuestra santidad ya que por medio del bautismo recibimos el don del Espíritu Santo como lo menciona Hechos 2:38. El Espíritu Santo es una influencia divina que morando en nosotros produce los frutos del espíritu. (Gálatas 5:22,23). Definitivamente el Espíritu Santo interviene y trabaja en nosotros para que hagamos la voluntad de nuestro Padre. “Pero cuando viniere aquel Espíritu de Verdad, él os guiara a toda la verdad.” Juan 16:13, por medio de él podremos ser guiados para no ser engañados y saber toda verdad de la cual Dios nos ha proveído en sus Santas Escrituras. 

El camino de Santidad 

“Porque mejor es que padezcáis haciendo Bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo mal” 1ª Pedro 3:17. Una vida en santidad no es algo fácil, muchas veces sufriremos haciendo la voluntad de Dios, pero debemos saber que él permite el sufrimiento en la vida de sus hijos para un propósito mayor que es el de perfeccionarnos (Pedro 5:10), a Dios no le agrada ver sufrir a sus hijos, él quiere nuestro bien y si es necesario pasar por varias pruebas para que nosotros encontremos ese camino de perfección, lo permitirá. Con la ayuda de nuestro Dios podremos ser conformados a la imagen de nuestro Señor Jesucristo que como ya vimos es una de nuestras principales metas y por lo cual fuimos llamados, para ser aquellos hombres de éxito a los que todo les obre bien porque hacen la voluntad de él porque todo aquello que sembraremos eso cosecharemos. “Y sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, es a saber, a los que conforme al propósito son llamados.” Romanos 8:28. 

Él quiere enseñarnos y hacernos entender cuál es nuestro bien como ya lo sabemos el camino hacia la Santidad “Te hare entender, y te enseñare el camino en que debes andar: Sobre ti fijare mis ojos” Salmo 32:8. Dios nunca nos dejará solos y hay ciertas cosas que él desea de nosotros: 

- En 2ª Pedro 3:9 dice que él no desea que nadie parezca. “El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2ª Pedro 3:9. 

Los inconversos están fuera de la voluntad de Dios es nuestro deber de que si hemos decidido hacer la voluntad de Dios la hagamos, también saber aquellas personas que aún no conocen acerca de su palabra y conozcan la verdad del evangelio que nos ha dejado Dios como misión. “Y les dijo: Id a predicad el evangelio a toda criatura.” Marcos 16:15. 

- Debemos siempre dar gracias a nuestro Dios por todo, porque sin él no seriamos nada ni tendríamos nada: “Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” 1ª Tesalonicenses 5:18. 

- Debemos someternos a las leyes humanas “Sed pues sujetos a toda ordenación humana por respeto a Dios: ya sea el rey como a su superior, ya a los gobernantes, como a él, enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien porque esta es la voluntad de Dios; que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres vanos” 1ª Pedro 2:13-15. Esto no quiere decir que tengamos que hacer todo lo que el mundo haga porque ya lo vimos en Romanos 12:12, no debemos conformarnos a este mundo, sumisión a las leyes de los hombres, es mantener un buen testimonio enfrente de ellos para que por medio de nuestro testimonio correcto podamos ganarlos al mismo tiempo que su vida sea transformada para agradar a Dios. 

- Todo nuestro servicio debe ser de corazón con un buen motivo “Siervos obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor con sencillez de vuestro corazón como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres; sino como siervos de Cristo, haciendo de ánimo la voluntad de Dios” Efesios 6:5-7. 

- Debemos de dejar de desperdiciar nuestro tiempo y hacerlo redimir para hacer uso de lo poco que Dios nos ha dado. “Mirad pues como andéis avisadamente, no como necios, mas como sabios; redimiendo el tiempo, porque los días son malos. Por tanto no seáis imprudentes, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor.” Efesios 5:15-17. 
Todas estas cosas son un poco de lo que Dios desea de nosotros, lo demás debemos irlo descubriendo conforme vayamos creciendo espiritualmente. 

La santidad es la vocación del cristiano que día a día ha de luchar por asemejarse cada vez más a Cristo, hasta poder decir: “Y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mi” Gálatas 2:20. Está en nosotros el cumplir con los mandatos de Dios y ser la distinción en el mundo y de esta manera hacer lo que la palabra de Dios nos ha dicho: “No se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa” Mateo 5:15. 

Un claro ejemplo de esto fue Lot, el siempre mantuvo su Fe aun viviendo en ciudades llenas de pecado como Sodoma y Gomorra por lo que él se afligía, “Porque este justo moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos” 2ª Pedro 2:8. Él se mantuvo apartado de todo pecado a pesar de estar rodeado de él y sobre todo siempre mantuvo su confianza en Dios a pesar de las aflicciones que el tenia, sin duda su apoyo era en él. Pensemos en esto, realmente no es imposible con la ayuda de nuestro Dios podremos lograrlo ya que si nuestro Fe es firme nos es posible todo, “Si puedes creer, al que cree todo le es posible” Marcos 9:23. Así como Lot que por su Fe se mantuvo en santidad y fue una luz en medio de esas ciudades de pecado, así como en muchos otros casos que también nos muestra la biblia y que nos hacen pensar aún más en la integridad de alguien que ha decidido una vida en Santidad para Dios, así que “Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestíos de la coraza de justicia” Efesios 6:14. Seamos firmes y congruentes en cuanto a lo que deseamos. 

“Porque el que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal, y sus labios no hablen de engaño; apártese del mal, y haga el bien; busque la paz, y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen mal” 1ª Pedro 3:10-12. 

Apartémonos de todo mal porque esto es lo que Dios aborrece y sobre todo porque Dios escucha a los que hacen su voluntad, aquellos que son justos delante de él, y que al hacer esto tendremos nuestra recompensa de aquella promesa de Vida Eterna y de recibir las bendiciones que Dios ha apartado para su pueblo. 

“Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo: Según los escogió en él antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos y sin mancha delante de el en amor; habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo así mismo según el puro afecto de su voluntad” Efesios 1:3-5. Recordemos que nada pasa fuera de la voluntad de Dios por la cual que hemos sido escogidos para ser pueblo Santo para alcanzar la victoria y ver al Señor en aquel gran día. “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” Hebreos 12:14. 

“Se solamente lo que Dios quiere que tú seas, y Él te mostrará lo que debes hacer.” Seamos unos verdaderos hijos de Dios. “Sed santos porque yo soy santo” 1ª Pedro 1:16.

Rosalba Gómez Galvan
Panuco Veracruz

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