En la actualidad nos encontramos viviendo en un mundo con guerras, destrucción, turbulencias, lleno de baches y al borde del precipicio, aun así la mayoría de la gente no teme a Dios, sigue provocando un sinfín de cosas acabando con la bendición que Dios proporcionó desde el inicio a la creación. Por ello es vital hacer un análisis profundo sobre que hemos hecho para cambiar este mundo en que nos encontramos y cuantas veces nos hemos quedado tan solo en el intento limitándonos en dar a conocer las nuevas de paz a la humanidad.
Sabemos que vendrán tiempos difíciles, pero ante cualquier adversidad debemos de enfrentarlos como el siervo Job. Desde las primeras líneas nos menciona el libro de Job sobre este siervo que le fue concedido a probar por satanás la integridad, arruinando su casa en donde atacaron y mataron a sus criados, muerte de su ganado, pobreza, repudio de su mujer e incluso la muerte de sus hijos, así como la desgracia de la enfermedad, pero a pesar de todo lo que le aconteció nunca renegó de Dios.
Todo tiene su límite, Dios no os dejara ser tentados más de lo que podamos soportar (1ª Corintios 10:13). Él es nuestra luz en las tinieblas más densas, nuestro amparo y fortaleza en las pruebas más severas. Todo lo que pasa en el universo tiene una razón de ser, un objetivo y nosotros como hijos de Dios tenemos una sola misión en la vida; seguir adelante y tener la plena seguridad y confianza en él de que aunque a veces este obscuro volverá a salir el sol, cuando parezca que todo es obscuro a tu alrededor, recuerda que Dios está en control de la situación y nunca se olvida de los que guardan su palabra en integridad. “…Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador; Dios de mi roca, en él confiaré; mi escudo y el cuerno de mi salud, mi fortaleza y mi refugio…” 2ª Samuel 22:2-3
Cada problema o adversidad es una oportunidad para aprender, ya que el dolor nos hace madurar como personas y ante todo adquirimos sabiduría… “Por tanto no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día” 2ª Corintios 4:16. Dios tiene un propósito al permitir el dolor y las pruebas en nuestra vida, de nosotros depende la actitud que tomemos ante estas situaciones, si bien es cierto, pasamos por grandes tribulaciones, pero si soportamos en todo y perseveramos hasta el final siendo obedientes a la palabra y consejos de nuestro Dios, recibiremos grandes bendiciones y mejor aún una vida eterna. “Orando en todo tiempo con toda deprecación y suplica en el espíritu, y velando en ello con toda instancia y suplicación…” Efesios 6:18
En la antigüedad los apóstoles le pidieron a nuestro Señor Jesucristo, “Señor auméntanos la fe…” Lucas 17:5. Porque cuando nos vemos envueltos entre el sufrimiento y las adversidades, la fe es la que nos cobija y nos cubre, ésta produce paciencia y la paciencia esperanza y la esperanza no se espera con tristeza, sino con alegría de que las cosas cambiarán y serán diferentes (todo para bien).
“He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga: por tanto no menosprecies la corrección del todo poderoso porque él es el que hace la llaga, y él la vendará: él hiere y sus manos curan. En seis tribulaciones te librará y en la séptima no te tocará el mal” Job 5:17-19
Que la paz y el amor de Dios sea con cada uno de vosotros…
Fraternalmente
Comité Editorial Juvenil
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