¿Quién fue el Dios de Israel?

DE ADAM A NOE

Para la Iglesia de Dios siempre ha sido importante escudriñar las Sagradas Escrituras, a fin de comprender las cosas que en ellas se encuentran descritas, y que nos sirven para comprender mejor los planes de nuestro Dios.

Algo que debemos comprender también, es que cada historia descrita en este volumen sagrado, está describiendo hechos que tenemos que ubicarlos en tiempo y espacio.

Como el caso que nos ocupara en este estudio de acuerdo al título, en la Iglesia de Dios reconocemos por doctrina de fe que Dios Padre es el creador de todas las cosas tal como lo describe el punto de fe No. 2.

Sin embargo también hemos comprendido, que en la mayoría de las veces en que vemos que Dios habla o se presenta ante los personajes del antiguo testamento, no es el Padre sino el Hijo, bajo el nombre de Dios, Jehová, Dios de tus padres, el Omnipotente, o Yo soy el que soy.

Esto lo llegamos a comprender, analizando cuidadosamente varios versículos que analizaremos en este estudio, y también porque el mismo señor Jesús dio testimonio de que al Padre nadie le ha visto jamás.

Desde el primer libro vemos la participación de Hijo tomando acciones y decisiones a favor o en contra de la humanidad, cabe mencionar que Dios Padre es Espíritu, y como tal no tiene forma, él es poder, y todo lo hizo por el simple hecho de que se realizaran las cosas como lo vemos descrito en el Capítulo 1:1-25.

Vemos al hijo tomando acción en el versículo 26, Cuando dice: Hagamos, están hablando dos personajes, y en ese momento el hijo toma por decirlo de alguna manera la administración de la humanidad.

El hijo bajo el Nombre de Jehová Dios, coloca al hombre en el Edén, Él es quien le da las indicaciones de lo que debe hacer, con respecto a poner nombres a los animales, y a no comer del árbol prohibido.

La voz escuchada en el huerto descrita en el Capítulo 3 de Génesis corresponde al Hijo y no al Padre, esto lo podemos comprobar leyendo cuidadosamente el Capítulo 6 del mismo libro de Génesis, en especial en los versículos 3 al 7.

Para entender mejor esto realizaremos algunas preguntas:

1.- Si Dios Padre creó al hombre como una creación perfecta ¿Puede arrepentirse de su creación?
2.- Si se arrepiente, ¿Entonces es un Dios de dudas y no de seguridad?
3.- Siendo un Dios de dudas ¿puede mentir?
4.- ¿Dios padre tomo la decisión de destruir la humanidad con el diluvio?

Para estas preguntas y otras que pudieran surgir las Sagradas Escrituras tienen la respuesta veamos:

Juan 5:22 Porque el Padre á nadie juzga, mas todo juicio dio al Hijo
Juan 1:18 A Dios nadie le vio jamás: el unigénito Hijo que está en el seno del padre, él le declaro.
Números 23:19 Dios no es como los mortales: no miente ni cambia de opinión. Cuando él dice alguna cosa la realiza cuando hace alguna promesa la cumple. (Versión Dios Habla Hoy).

Por las anteriores citas podemos asegurar que el que habla acerca de raer al hombre de sobre la faz de la tierra es el Hijo, bajo el nombre de Jehová Dios.

El hijo puede cambiar de parecer, esto lo vemos en el mismo capítulo 6, versículo 8, primero dice raeré a todo hombre, y luego dice: Noé halló gracia a los ojos de Jehová.

Es el mismo hijo de Dios, quien después del diluvio establece un pacto con Noé, a través del arco iris que vemos en el cielo, Génesis 9: 11-17.

Hasta aquí vemos que un ser llamado Jehová Dios, actuó y hablo a los hombres pero nunca le vieron físicamente, ese ser fue el hijo de Dios.

DE ABRAHAM A ISAAC

Posteriormente, le vemos solo con el nombre de Jehová, hablándole al patriarca Abram, a quien años después le cambio el nombre poniéndole Abraham.

Aquí en el Capítulo 12 de Génesis vemos a Jehová instruyendo a Abraham sobre dejar su familia y su tierra para hacer de él alguien grande, pero curiosamente, tampoco lo ve, solo lo escucha, y Abraham obedece.

En el capítulo 15 de este mismo libro, vemos que Jehová le aparece en revelación o sueño a Abraham, pero tampoco lo ve, le dice que Él es su escudo y su galardón y que Él es quien lo sacó de la tierra de Úr de los caldeos, versículo 7.

Curiosamente vemos que un poco más adelante, Jehová se le aparece ya en forma física a Abraham, incluso come con él, Génesis 18:1-3, y se presenta acompañado de otros dos personajes.

Después de comer, dialogan sobre las cosas que tenía que hacer con Abraham, le promete un hijo y le dice que destruirá a Sodoma y Gomorra, al final del capítulo los ángeles se van a las ciudades ya mencionadas, y Jehová se va, de la presencia de Abraham.

Con esto queda demostrado que este Jehová que visita a Abraham no es el Padre sino el Hijo, por alguna razón especial, es el único personaje a quien se le presenta en una forma humana y físicamente, lo cual no ocurre con Moisés, ni con ningún otro patriarca, por algo fue llamado Amigo de Dios.

Por un espacio de 100 años Abraham pudo tener comunicación constante con Jehová Dios, recordemos que tenía, 75 años cuando lo llamó, y murió de 175 años.

En las generaciones venideras de Abraham, como son Isaac y Jacob, también se les presenta como Dios de Abraham y a Jacob, se le aparece en visión de sueños bajo el nombre de: Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac. Génesis 28:13.

DE JACOB O ISRAEL A LA FORMACION DE UNA NACION

De este último, comienza la descendencia de lo que será el pueblo de Israel, en cuanto a Jacob, no vemos que se le presente, o se le revele en sueños, salvo la ocasión cuando huyó de la presencia de Esaú, y cuando luchó con el Ángel, y le cambió el nombre de Jacob a Israel pero siempre le estuvo orando.

De los hijos de Jacob, o Israel, sólo en José, se entiende que Jehová se manifestaba en él, pero no vemos que le hable o le vea, cuando José fue vendido a Egipto, narra la escritura, que Jehová era con él, es decir, José tenia bien en mente que había un Dios de sus padres, que le protegería siempre y le ayudaría en donde él estuviera.

Esto lo vemos descrito en los capítulos 39 al 50 del libro de Génesis.

DE EGIPTO AL SINAI

El Dios que había participado en la formación del hombre, y también destruyó una generación perversa, y había estado en comunicación con los principales patriarcas del que sería el pueblo Judío, fue el Hijo de Dios, quien por la dureza de estos hombres permitió que este pueblo Judío estuviera en cautiverio hasta que Dios llamara a Moisés, como un caudillo.

A los ochenta años de la vida de Moisés, Jehová se le aparece en medio de una zarza que ardía y no se consumía, en la montaña Horeb, bajo el nombre de: YO SOY EL QUE SOY.

Aquí le recuerda, que Él es el Dios de sus padres, y que les había hecho una promesa de darles una tierra prometida, y que Él tendría que presentarse ante el nuevo Faraón a solicitar la libertad de su pueblo, pero sólo escuchó la Voz, nunca vio a nadie en forma humana o similar.

De aquí en adelante, en todo tiempo que Jehová se comunicaba con Moisés antes del Sinaí, él nunca lo vio, sólo escuchaba su voz en su interior, le dictaba lo de las plagas y todo lo que acontecería con relación a la Pascua y la salida de Egipto.

En el capítulo 14, versículos 15, al 18, Moisés clama orando a Dios, para que le diga qué hacer ante el peligro que se encontraban, y Jehová, le responde que no clame, que camine, pero no estaba presente en forma física, ni el pueblo escuchó la respuesta que le dio.

JEHOVA PADRE DESCIENDE EN EL MONTE SINAI

A los tres meses de haber salido de Egipto Jehová pide a Moisés que santifique al pueblo por que, al tercer día Jehová descenderá al monte ante los ojos del pueblo, Génesis 19:10-11.

Aquí vemos la presencia de un personaje llamado Jehová, que es el hijo, diciendo que otro Jehová se presentara al pueblo el cual es el Padre, que entrega a Moisés las primeras tablas de la ley, y varias normas para el pueblo, pero el pueblo sólo escucho estruendos, nunca voces.

Observemos la forma en que se presenta este Jehová en la parte superior del Sinaí, del versículo 16 al 20, del mismo capítulo 19.

Y aconteció que al tercer día cuando vino la mañana que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte y sonido de bocina muy fuerte: y estremeciósé todo el pueblo que estaba en el real. Versículo 16.

Y el sonido de bocina iba esforzándose (aumento de volumen) en extremo: Moisés hablaba y Dios respondía en voz. Versículo 19.

Notemos como las Escrituran narran que se escuchaba una voz, pero Moisés no vía a nadie, ni tampoco hubo contacto físico con alguien.

Este suceso se extiende hasta el capítulo 31 del libro Éxodo y ya en el versículo 18 entrega Dios las tablas escritas con su propio dedo, pero Moisés, no ve como fueron escritas, hasta aquí se termina la intervención del Padre.

La razón por la cual intervine el Padre y no el Hijo, es porque: El Padre fue el creador, del universo, y necesario era que él estableciera las normas principales para un pueblo especial.

Leyendo el siguiente capítulo, vemos que Moisés al demorar en bajar de la montaña, el pueblo hace un ídolo de oro para venerarle, y nuevamente vemos a un Jehová lleno de furor queriendo destruir al pueblo por su pecado de idolatría, vea el versículo 9 y 10 del Capítulo 32.

JEHOVA HIJO LLAMA A MOISÉS A LA MONTAÑA Y SU ROSTRO RESPLANDESE.

Después de destruir el ídolo de oro, Moisés, pide muestras de que verdaderamente Jehová, lo había escogido para llevar al pueblo a la tierra prometida, y como deseo solicita ver su gloria o rostro Cap. 33:18-23.

A lo cual le dice que sólo podrá ver su espalda pero jamás su rostro, esta espalda corresponde al Hijo y no al Padre. Para demostrar esto veamos el siguiente pasaje, 1ª. Timoteo 6:14-16. Otras de las razones, por lo cual podemos asegurar que el Hijo fue el Dios de Israel, es porque a partir de aquí, en todo momento Él estuvo presente en cada suceso del pueblo de Israel, tanto en el desierto, y hasta que les entregó la tierra prometida,

Como dato complementario vemos que Jehová Dios, estableció, la creación de un Tabernáculo, y un Sacerdocio, para poder mantener comunicación con el Pueblo, durante todo este tiempo Moisés recibía las indicaciones de Dios y se las trasmitía al pueblo.

DESDE LA POSESIÓN DE LA TIERRA PROMETIDA HASTA CRISTO

Recordemos que una vez establecido el pueblo de Israel en la tierra prometida, hubo tiempos en que después de la muerte de Josué, las personas hacían lo que mejor les parecía, vinieron Jueces, y curiosamente a un personaje llamado Gedeón, fue escogido para realizar algunos propósitos de Dios, a él no se le aparece Jehová el hijo, sino un Ángel, bajo el nombre ángel de Jehová, desde luego, enviado por el Hijo de Dios. Jueces 6:11-21.


Como sabemos, también hubo profetas que tenían gran temor como Samuel, y otros que no eran consagrados a Dios.


Lo mismo ocurrió con los Reyes que hubo en el pueblo había quienes tenían temor de Dios y otros no, mientras hubo profetas rectos, Jehová Dios se manifestaba a favor del pueblo.

Y derivado del constante pecado que cometía el pueblo Dios dejo de manifestarse a través de los Sacerdotes y profetas, razón por la cual, el Hijo de Dios vino a manifestarse a la humanidad.

Para concluir este estudio, podemos ver, que el profeta Zacarías menciona a estos dos Jehová también, vean el CAP. 3, Versículo 2.

Por todo lo anterior, reconocemos, que ese Dios de Israel, en todo el tiempo fue el Hijo de Dios, y no el Padre, al cual nadie le ha visto jamás, y solo lo veremos como él es en verdad hasta el final del milenio.

Ministro Eladio Lara Munguía

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