Malas compañías

Como seres sociales, vivimos relacionándonos con todos los grupos que integran la sociedad, por ello debemos tener cuidado de la gente de quien nos hacemos acompañar, la que elegimos como nuestros amigos, camaradas, compañeros, aliados, incondicionales, colegas o el término que queramos utilizar, ya que es con estas personas con las que compartimos sentimientos, ideas, gustos, creencias, y actividades de todo tipo. Y el no poner atención en las personas que elegimos para compartir todo este tipo de cosas puede traernos grandes sufrimientos a nuestra vida. 

Por eso buscamos que a través de este articulo, seas exhortado a tener cuidado de las amistades que te rodean, ya que su influencia puede orillarte a cometer algo indebido, que puede marcar tu vida para siempre y lo más triste, pecar contra Dios.


¿Buenas o malas compañías? 

Una buena compañía es aquella, que trae beneficios a tu vida, es decir te ayuda a crecer como persona, respetando tus pensamientos, tus sentimientos, tus gustos, el amor y la honra a tus padres, el amor y la honra a tu Dios, es aquella que busca tu bienestar y lo genera constantemente. 

Una mala compañía modifica tu conducta para mal, te incita a hacer cosas secretas, obscuras, que dañan tu mente, tu cuerpo, que hacen traer sufrimiento a tus padres, faltar al trabajo, a la escuela o a la iglesia, son aquellos “amigos” que te dicen que eres joven y que debes vivir tu vida como tu quieras y no como los demás digan. 

Para identificar cuando tenemos una mala influencia, puede guiarnos la siguiente frase: “Dime con quién andas y te diré quién eres” y a otros este versículo: “El que anda con los sabios, sabio será, más el que se allega a los necios será quebrantado” Proverbios 13:20. 

Analiza la gente con la que te relacionas, observa si sus acciones, pensamientos, sentimientos son útiles para su familia, para la sociedad, para Dios, o simplemente para ellos mismos. Si como dijo el sabio Salomón “Más la senda de los justos es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto o por el contrario su camino es como la oscuridad que no saben en que tropiezan” Proverbios 4:18-19. 

Después analiza tu vida, si se parece a la de ellos, si vives, sientes y piensas como ellos: ten cuidado, porque entonces habrás identificado que tus compañías son una mala influencia para ti. Tal vez detectar esto sea difícil, ya que el sentimiento de afecto o apego que nos une a estas amistades, muchas veces no nos permite reconocer que quienes consideramos nuestros amigos pueden estar causando un daño en nuestra vida, resulta ilógico pensar que un amigo pueda dañarte, pero muchas veces es así. 

Convivencia sana 

Después de echar un vistazo a tu lista de amigos quizá te des cuenta que muchos de ellos no son una buena compañía, o tal vez sea el caso contrario, pues hay muchos casos de jóvenes entendidos que se han sabido rodear de personas buenas para sus vidas y se han guardado de una mala amistad y ¿sabes cómo lo han logrado? 

Tiene que ver en gran parte, la manera en que conviven a diario con la gente que les rodea. Siendo cautelosos y observadores de aquellos que hay a su alrededor, utilizando esto como una herramienta importante o un filtro para poder elegir buenos amigos o amigas. 

Es parecido a cuando deseas comprarte un par de zapatos, por poner un ejemplo cotidiano, parece muy fácil, pero debes tener cuidado cuando lo haces; cuando entras a la zapatería no eliges los primeros zapatos que ves, miras todos los pares que hay en la tienda, verificas el precio, el material con el que está fabricado, si hay de tu numero, si combinan con tu ropa, si te servirán para tus diferentes actividades, si son cómodos, en fin… hombres y mujeres tomamos en cuenta diferentes detalles para realizar una buena compra, ya que si no lo hacemos en algo tan sencillo como parece, puede resultarnos contraproducente. 

Lo mismo debes hacer en tu vida, observar y tomar en cuenta detalles de la gente con la cual te haces acompañar, debes en todo momento estar convencido de lo que tú eres, de lo que crees y lo que buscas, asimismo, alejarte de aquellos que no tienen comunión contigo, es decir que no son afines a tus convicciones y que obran maldad: “No te entrometas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma” Proverbios 22:24-25, también puedes meditar en el dicho de la gente que dice: “el que con lobos anda a aullar se enseña”. 

Debes convivir con los demás siempre estando alerta y alejándote cuando sea prudente “No se dejen engañar, los malos compañeros echan a perder las buenas costumbres” 1ª Corintios 15:33. (Versión Dios habla hoy). No debes consentir, aceptar o hacer lo que los otros hacen, sólo por sentirte acompañado o por ser parte de un grupo “Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas. Si dijeren: ven con nosotros; pongamos asechanzas a la sangre, acechemos sin motivo al inocente… hallaremos riquezas de toda clase, llenaremos nuestras casas de despojos; echa tu suerte entre nosotros; tengamos una bolsa, Hijo mío, no andes en camino con ellos, aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia el mal y van presurosos a derramar sangre”. Proverbios 1:10-11, 13-16. 

Que se conviertan ellos a ti 

Como hijos de Dios debemos tener siempre presente que somos “luz del mundo” (Mateo 5:14) y es necesario vivir como tal, siendo diferentes a aquellos que obran iniquidad, resplandeciendo en cualquier medio que nos desenvolvamos, en este caso particular con nuestros amigos, para que sean ellos los que se vean influenciados por nuestras buenas obras y podamos provocarles a llevar una vida buena delante de Dios y de todos los hombres. 

Por lo tanto ocupémonos en no desechar con nuestras malas acciones la bendición que muchos hemos recibido “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentido; sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará” Salmos 1:1-5. 

Así que no te dejes influenciar: “No seas vencido de lo malo; mas vence con el bien el mal.” Romanos 12:21. Por eso: “…conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos” (Jeremías 15:19). Muéstrales a tus amigos de quien te haces acompañar: del mejor amigo que es Cristo Jesús, el cual dijo: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga alguno su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer.” Juan 15:13-15. 

Él es el mejor ejemplo de amistad, la mejor influencia que podemos tener y que debemos predicar a todos cuanto nos rodean. Dios te bendiga y te guarde. 

Brisa Figueroa 
Aguascalientes, Aguascalientes

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