Ésta enfermedad desgraciadamente no tiene síntomas como tal, ya que el enfermo no lo percibe; todo está dentro de su mente.
En la actualidad los jóvenes están expuestos a enfermedades mortales cuyo desarrollo puede ser silencioso para el exterior; sin embargo, como Hijos de Dios debemos conocer su evolución y la forma de encontrar soluciones, tanto en relación a la prevención, como a la cura. Nos enfocaremos en dos padecimientos que durante los últimos años, han atacado a un sector considerable de la juventud: la Anorexia y la Bulimia.
¿En qué consiste cada padecimiento?
La anorexia no sólo es estar delgado(a), es creerse “gordo(a)”, dicha enfermedad consiste en un trastorno emocional de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo, lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por una percepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aún cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Las personas que padecen bulimia son incapaces de dominar los impulsos que les lleva a comer, pero el sentimiento de culpa y vergüenza les lleva a ayunar, usar purgativos y provocarse vómitos para prevenir el aumento de peso.
Causas
Los causantes son los factores socioculturales, la presión ejercida por el entorno, vulnerabilidad biológica, que es lo que precipita el desarrollo de la enfermedad, tiene una gran influencia en la mente, este pequeño artefacto nos puede destruir o llevar al triunfo. Algunos aspectos importantes del trastorno son:
- La propia obesidad del enfermo
- Depresión
- Separación de los padres
- Alejamiento del hogar
- Fracasos escolares
- Accidentes
- Sucesos traumáticos
Síntomas
Esta enfermedad desgraciadamente no tiene síntomas como tal, ya que el enfermo no lo percibe, todo está dentro de su mente, los síntomas que se llegasen a presentar no son propios de la anorexia sino de patologías a consecuencia de este trastorno.
Los signos de la anorexia se caracterizan por una pérdida significativa de peso y por una percepción errónea del propio cuerpo. En consecuencia, los problemas endocrinos se hacen evidentes en un espacio de tiempo relativamente corto. Los principales signos que determinan la aparición de la enfermedad son los siguientes:
- Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la edad y talla del enfermo.
- Miedo al aumento de peso o a la obesidad, incluso cuando el peso se encuentra por debajo de lo recomendado.
- Percepción distorsionada del cuerpo, su peso y proporciones.
- Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las mujeres (amenorrea). Los anoréxicos pueden experimentar una seria de síntomas muy variados: estreñimiento, dolor abdominal, vómitos, etc.
Los signos de la bulimia son:
- Sobre ingesta de alimentos.
- Vómitos provocados, utiliza laxantes, diuréticos, fármacos, o recurre a otros medios que le permitan controlar el peso, como la práctica abusiva de actividades deportivas.
- La autoestima del enfermo es baja y la identifica con su cuerpo.
Pero es la familia la que detecta estos signos que dan la voz de alarma:
- Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por su preparación.
- Constante sensación de frio.
- Reducción progresiva de los alimentos.
- Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deporte.
- Utilización de trampas para evitar la comida.
- Hiperactividad.
A esto se le suma otros rasgos típicos como la irritabilidad, la depresión y los trastornos emocionales o de la personalidad. Asimismo, se manifiesta una alteración de la sensación de saciedad y plenitud antes de las comidas, náuseas, hinchazón, o incluso ausencia de sensaciones. En esta patología también se observan numerosos trastornos cognitivos que se centran en los alimentos, el peso corporal y el aspecto físico.
Avanzada esta enfermedad, se tiene una serie de trastornos fisiológicos que si no se atienden a tiempo llevaran a la muerte.
Prevención
La prevención para la anorexia y la bulimia no es una receta de cocina, realmente esto se da con una buena comunicación familiar, un buen estado de salud mental, una buena autoestima. Esto evitará que cualquier situación que ponga en peligro nuestras emociones, tengamos la capacidad, de discernir si lo tomo o muero por hacer caso.
Tratamiento
El tratamiento para estas enfermedades es clínico y psiquiátrico, y tienen que trabajar a la par, quizás clínicamente, la persona se podrá dar de alta, pero psiquiátricamente tendrá que vivir apegada a terapias psicológicas. La anorexia y bulimia son enfermedades psiquiátricas y deben tratarse como tal.
El tratamiento clínico será para nutrir, ya que el grado de desnutrición de estas personas es severo, quizás se tendrá que hacer otros procedimientos, pero esto depende del grado de afecciones que presente, el paciente.
La palabra de Dios nos enseña que el mundo entraría en una etapa en la que a lo malo llamarían bueno y a lo bueno malo (Isaías 5:20), hoy lo mejor para los jóvenes es ser talla “cero” a costa de lo que sea. Todas las pasarelas del mundo obligan a Hombres y Mujeres a hacer lo que sea por lucir esas prendas sin importar todo el daño que le hagan a su cuerpo.
El Apóstol Pablo dice a la Iglesia: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.” (1ª Corintios 3:16,17).
La epístola a los Corintios enseña que cualquiera que hace algo contra su cuerpo Dios lo destruirá, sin embargo, el objetivo de este articulo en ninguna manera es el de juzgar, ya que esto puede traer mayores problemas emocionales a quienes padecen alguna de estas enfermedades; ya sea Anorexia o Bulimia y en lo general cualquier enfermedad. Para todos ellos el mensaje es que existe una solución, sólo es cuestión de tomar la decisión de buscar acceder a ella.
Dios en su infinita misericordia puede hacer que cualquier padecimiento que haya en nuestros cuerpos desaparezca, ya que el Hombre es su creación y tiene una composición sublime pues lo hizo “…poco menor que los ángeles, y lo [coronó] de gloria y de lustre.” (Salmo 8:5).
Por ende la solución está en Dios “…porque en Dios ésta la fortaleza, o para ayudar, o para derribar.” (2ª Crónicas 25:8). Si te encuentras en alguna situación similar a la que se expone aquí, te pedimos que te acerques a Dios y te dejes ayudar por Él. Además ten la seguridad de que tus hermanos en la fe, te comprenderá, pues todos saben que Jesús vino a los enfermos para sanarlos y ser portador de vida y paz.
El Apóstol Pablo escribió a los Efesios una recomendación importante: “…renovaros en el espíritu de vuestra mente.” (Efesios 4:23). Los padecimientos inician y se curan ahí, en la mente, por ello es necesaria una renovación desde ese lugar y luego llenar la mente y corazón del conocimiento de Dios. Acércate a la poderosa mano del Creador y Él escuchará tu plegaria y atenderá a tu llamado.
Esmirna Cruz Leal
Tláuac, D.F.
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